El bulevar de calle La Legión, una de las obras que más simbolizan la apuesta de Melilla por la Movilidad Urbana Sostenible, se ha convertido precisamente en todo lo contrario por culpa de los conductores que no respetan ni el código de circulación ni al resto de usuarios de la vía pública. Los vecinos del Barrio del Real están molestos porque en los tramos que está terminada la obra, desde calle Castilla hacia la calle Gurugú, abundan los estacionamientos indebidos de aquellos que en vez de buscar aparcamiento, prefieren dejar el coche en cualquier sitio durante unos minutos o incluso largo rato.
“Ahora, como la calzada está al mismo nivel de la acera, dejar el coche en cualquier lado es más fácil”, asegura una vecina, que ha visto incluso coches parados en el interior de los tramos centrales que hacen de rotondas y están delimitados por maceteros. Para que no se desvirtúe el sentido y objetivo de la obra, piden más mano dura en forma de multas.