Los clientes del Banco Santander que hayan ido este fin de semana a la sucursal de la Plaza de España para sacar dinero, hacer alguna consulta en su cuenta u otras operaciones han tenido que darse media vuelta porque el vandalismo urbano ha dejado inutilizado el cajero automático. Su pantalla ha quedado hecha añicos después de que, al parecer, un individuo la emprendiera a golpes contra la máquina utilizando una piedra como si fuera un martillo. Este individuo está detenido, pero su gracia ha afectado a muchos clientes en un momento clave como es el fin de semana, cuando los cajeros automáticos suplen el cierre de la oficina hasta el lunes. Precisamente uno de los clientes se puso en contacto con este Diario para pedir que actos incívicos como éste, que suelen afectar en mayor medida al mobiliario urbano como patrimonio de todos, sean castigados con más dureza.