El conjunto melillense ha finalizado la primera vuelta de la competición en puestos de play off, con un balance de siete triunfos y siete derrotas. Un rendimiento que debe mantener para continuar en esa zona noble al término de la fase regular. El Melilla Baloncesto inició la liga con un nuevo proyecto pero confiando, por segunda temporada consecutiva, en el técnico local Alejandro Alcoba. Y lo cierto es que el comienzo no pudo ser más esperanzador con cuatro triunfos en las cinco primeras jornadas, lo que llevó al decano a ser líder de la competición empatado con otros cuatro equipos. Lo más destacado de esas cuatro victorias es que tres de ellas se produjeron a domicilio, empezando por el abultado triunfo de la primera jornada, en tierras malagueñas, ante el Clínicas Rincón por 29 puntos -la mayor diferencia de lo que va a de campeonato- y pasando por las victorias en canchas tan complicadas como las de Palma Air Europa o el fortín ovetense de Pumarín.
Luego llegaría la irregularidad al conjunto melillense, cuajando grandes actuaciones como las victorias cosechadas ante el Quesos Cerrato o el MyWiGo Valladolid, con otras no tan buenas y que se saldaron con derrotas, como en tierras riojanas frente al Cocinas.com o contra el Actel Força Lleida, que relegaron a los azulones a la zona templada de la clasificación.
Si algo ha marcado también al decano en esta primera vuelta han sido las lesiones. Así, el primero en caer fue el norteamericano Spencer Butterfield en la segunda jornada, con un esguince de rodilla que le llevó a perderse cinco encuentros. Luego fue Adrián Laso, con un esguince de tobillo que le tuvo algo más de dos semanas lejos de las canchas. Y el último fue el alero mallorquín Joan Tomàs, con una fascitis plantar que le obligó a estar en el dique seco durante seis partidos. A esto hay que sumar los problemas en las rodillas de Eric Sánchez, que tampoco le han permitido rendir al máximo nivel.
La posición que actualmente ocupa el Melilla Baloncesto (8ª) es la mejor de las últimas tres temporadas. El pasado año el equipo concluyó la primera vuelta en el puesto 12º, fuera de los play off, con un bagaje de cuatro victorias y nueve derrotas, mientras que en la 2012-2013 el equipo acabó la primera parte del campeonato en puestos de descenso (13º), con tan sólo tres triunfos en su casillero.
En cuanto a los jugadores más destacados de estas primeras catorce jornadas en el conjunto azulón, hay que resaltar al escolta catalán Carles Bravo como máximo anotador, con 12.5 puntos por encuentro, seguido muy de cerca por Spencer Butterfiled y Devin Wright, ambos con algo más de 11 puntos por noche. En el apartado reboteador, Wright lidera las capturas con casi seis rechaces por partido y en las asistencias es Quique Garrido el que más juego reparte, rozando las cuatro asistencias.
Las estadísticas en las últimas dos temporadas, en la que la Adecco Oro ha estado conformada por catorce equipos, marca la disputa de los play off a final de temporada en 11 victorias, algo menos del 50%. Esto lleva a pensar que esta temporada 2014-2015, con un equipo más en la categoría y con la igualdad que se está viendo, la frontera estará en torno a los 13 triunfos. Por lo que si esto se cumple, el decano tendría acumulado más de la mitad de esos partidos que les daría pasaporte para disputar la postemporada.
Los de Alejandro Alcoba, para asegurarse casi de manera matemática su presencia en los play off de ascenso, tendrían que mantener, al menos, el mismo nivel de resultados que en esta primera vuelta que llegaba a su término el pasado domingo. Es decir, los melillenses deberían intentar sumar siete triunfos, justo el número de encuentros que disputarán como local en el Pabellón de Deportes Javier Imbroda, un escenario que visitarán Clínicas Rincón, Palma Air Europa, Unión Financiera Baloncesto Oviedo, Cocinas.com, Força Lleida, Ford Burgos y Leyma Básquet Coruña.