Dos marroquíes y un melillense han ingresado en prisión provisional tras pasar el martes a disposición judicial acusados de pertenecer a un grupo organizado que se dedicaba a introducir a inmigrantes sirios en nuestra ciudad a cambio de una cuantía económica. El fin de semana pasado había logrado que cuatro menores sirios, de entre 5 y 9 años, accedieran a Melilla de forma irregular haciéndolos pasar por sus familiares o sus propios hijos. Los verdaderos padres de estos pequeños están acogidos en el CETI y habían pagado a los ahora detenidos hasta 700 euros por cada uno de ellos. Según informó ayer la Comandancia de la Guardia Civil, esta actuación se enmarca en la “incansable y permanente lucha” contra las mafias que trafican con seres humanos. La investigación comenzó el domingo 14 por la tarde-noche, cuando una patrulla de Seguridad Ciudadana interceptó un Peugeot 406 de matrícula marroquí en las inmediaciones del CETI.
El coche estaba ocupado por seis personas en total, concretamente un matrimonio marroquí que iba con su hijo de corta edad, un melillense, una persona residente en el CETI y otro niño de tres años del que ninguno de los adultos pudo acreditar su identidad. Fue entonces cuando la Guardia Civil inició una investigación que ha terminado con la detención del matrimonio marroquí y el melillense, acusado éste de ser el responsable de la infraestructura de este grupo estructurado.
El instituto armado ha podido averiguar que esta red aprovechaba la similitud de los rasgos físicos de los inmigrantes sirios con los de los magrebíes para pasarlos a Melilla suplantando su identidad al mostrar la documentación en los pasos fronterizos. Ese mismo fin de semana, entre el sábado y el domingo, este grupo había logrado introducir en la ciudad a cuatro menores, uno de ellos el que estaba en el coche interceptado por los agentes.
Estos cuatro pequeños son hijos de un matrimonio sirio acogido en el CETI, que había pagado a esta red criminal hasta 700 euros por cada uno de los pequeños para que pudieran pasar la frontera haciéndolos pasar por hijos o familiares de los miembros de esta trama. Los otros tres que ya habían pasado tenían entre 5 y 9 años.
Por todo ello, la Guardia Civil procedió a la detención del matrimonio marroquí, un hombre y una mujer de iniciales A.E. e I.A., de 37 y 23 años, respectivamente. Ellos se encargaban, presuntamente, de introducir a los niños sirios, mientras que el melillense es C.B.T., un varón de 28 años acusado de ser el responsable de la infraestructura del grupo. Han sido detenidos por presuntos delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros o tráfico de inmigrantes y desde el martes están en prisión provisional.
