Con la llegada de los primeros fríos de noviembre, llegó una de las actividades que más reconforta el espíritu, el prestar nuestra ayuda y apoyo a la labor solidaria hacia el prójimo más necesitado que realiza la Cruz Roja. Con tal motivo un numeroso equipo formado por socios y directivos, pasaron una fresca mañana cargados con las correspondientes huchas con la esperanza de que todos los viandantes de la zona periférica de la Casa de Melilla aportaran su ayuda en la medida que cada uno pueda, por lo que Cruz Roja un año más contó con la colaboración de los melillenses.