Una valenciana dio a luz a una niña en el baño de su casa y la dejó liada en una toalla. Ocurrió en noviembre de 2012, un mes antes de que Leila Escofet alumbrara aquí, en Álvaro de Bazán, casi igual

La justicia española reconoce por 1ª vez el trastorno de negación del embarazo en un caso parecido al de Leila

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La justicia española ha reconocido y aplicado por primera vez el trastorno de negación del embarazo, por el que una valenciana evitará la cárcel por la muerte de su bebé. El caso es muy parecido al de Leila Escofet, la melillense que dio a luz a una niña en diciembre de 2012 en el baño de su casa y la dejó liada en una toalla. En el caso de Leila se suma el “miedo” a su entonces pareja, según la abogada de la joven, Ana Hidalgo, que insiste en que el bebé nació muerto y en que Leila no era consciente de nada. Se mostró bastante esperanzada en el juicio que tiene que volverse a repetir, posiblemente el 29 de noviembre. En el baño de su casa, al sentarse en el váter y solo un mes antes que Leila, una valenciana dio a luz a un bebé en noviembre de 2012 sin saber que estaba embarazada. Al menos, eso es lo que determina la sentencia que reconoce por primera vez el trastorno de negación del embarazo en España, evitando que esta mujer vaya a la cárcel. El caso es muy parecido al de Leila Escofet, la joven que dio a luz a una niña en su domicilio de Álvaro de Bazán en diciembre del mismo año, niña que días más tarde fue entregada a la policía muerta.
"Me entraron ganas de hacer de vientre, me senté en el váter, empujé tres veces y salió un bebé". Así es como relataba la joven lo sucedido, el pasado mes de febrero, durante el juicio, en el que la melillense defendió no saber que estaba embarazada hasta noviembre, cuando se hizo una prueba porque en ese mes engordó un poco, el resto del tiempo la joven adelgazó, según su abogada, Ana Hidalgo. Comprobó que estaba embarazada, pero no que no estaba a punto de dar a luz, porque se tomaba la píldora anticonceptiva y seguía sangrando. Hidalgo explicó a MELILLA HOY que en el caso de Leila se juntó la negación del embarazo con "el miedo" a su pareja: ""Mi novio me dijo que si yo me quedaba embarazada, me mataba a mí y al niño", defendió en el juicio Leila. El chico y otros testigos aseguraron no saber que la joven estaba embarazada. Incluso, tan sólo una semana después de dar a luz, cuando Leila ingresó en prisión, lo hizo "extremadamente delgada", como dijo el psicólogo del centro penitenciario, quien defendió que creía que la joven estaba embarazada, pero no la edad gestacional exacta, o no quería conocerla.

Una costilla rota
El trastorno de negación del embarazo provoca incluso que los cambios físicos no sean tanto en las mujeres que lo padecen y no se desarrolle el embarazo con normalidad: "Leila tenía una de las costillas rotas, porque el bebé se pone a lo largo del cuerpo", explicó Ana Hidalgo, que defendió que el bebé tenía hemorragias intracraneales que hubieran dificultado que el bebé viviera. La defensa insiste en que el bebé nació muerto. Esto es algo que tendrán que demostrar en el nuevo juicio que se celebre. Cabe recordar que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía absolvió a la madre de Leila y a su padrastro y ordenó repetir el juicio para la joven, con un nuevo magistrado y un nuevo jurado popular. En principio, estaba previsto para el 29 de noviembre, pero se ha notificado con el mismo relato de los hechos, incluyendo a Fátima y a Ángel (madre y padrastro de la joven), que ya sólo pueden acudir en calidad de testigos. Por ello, la letrada Ana Hidalgo ha solicitado que se modifique esto y se haga otro relato. Mientras tanto, Leila está estudiando fuera, para evitar situaciones desagradables, como que algún melillense la tilde de "asesina". La joven "siempre ha dicho la verdad y se reconocerá". Hidalgo está convencida de que saldrá absuelta del juicio: "Ni siquiera se le puede condenar por homicidio imprudente, los alvéolos del bebé estaban muy poco expandidos, tenía hemorragias y sufrimiento fetal, tampoco se puede decir que no le prestó los cuidados adecuados porque ni siquiera sabía que estaba de parto", según la abogada.

Hidalgo insistió: "No se le notaba que estaba embarazada, ni siquiera se lo notó el novio". La abogada de Leila presentó fotos de la joven del final del embarazo como pruebas en el juicio, pero no fueron tenidas en cuenta, según la letrada, que no tiene constancia de que haya antes del caso valenciano jurisprudencia en España sobre negación del embarazo. Leila sabía que estaba embarazada en noviembre, pero lo olvidó y no creía que estaba a punto de dar a luz, según la abogada. "Cuando empezó a sangrar, creyó que había tenido un aborto y cuando vio lo que vio, le produjo tal shock que volvió la negación, se queda bloqueada", relató Ana Hidalgo. Durante los nueve meses, Leila estuvo sangrando: "Flaca, con su periodo y tomando la píldora, quién iba a pensar que estaba embarazada". La negación se puede decir que da en el caso de Leila, según la abogada, pero no tanto como trastorno, sino unida al "miedo" que, según Ana Hidalgo, Leila tenía a su pareja.

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