Y de esta forma, y tras una complicada pretemporada, fundamentalmente en lo que se refiere a la Peña Barcelonista, llegamos al 6 de septiembre, fecha marcada para que tantos azulgranas como aurinegros se estrenasen en la temporada. Y lo cierto es que, pese a que ofrecieron una buena imagen, el resultado no les favoreció a ninguno de nuestros dos representantes. La pasada temporada no resultó nada positiva para los conjuntos juveniles melillenses de fútbol que nos representaron en categoría nacional. No en vano, los tres equipos que entraron en liza, el Gimnástico Melilla por partida doble –en División de Honor y en Liga Nacional- y el Rusadir -en Liga Nacional-, acabaron descendiendo en sus respectivos campeonatos. Así que de cara a la campaña 2014-2015 todo hacía indicar que nuestra ciudad contaría con dos equipos y ambos militando en el Grupo XIII de la Liga Nacional, el Gimnástico Melilla y la Peña Barcelonista, recién ascendida al proclamarse campeona de la Liga Local. Sin embargo, en el inicio del verano se produjeron novedades a nivel federativo, y es que los peñistas, debido a una ampliación de participantes en el Grupo IV de la División de Honor, lograban dar el salto a la máxima categoría del fútbol juvenil español.
Y de esta forma, y tras una complicada pretemporada, fundamentalmente en lo que se refiere a la Peña Barcelonista, llegamos al 6 de septiembre, fecha marcada para que tantos azulgranas como aurinegros se estrenasen en la temporada. Y lo cierto es que, pese a que ofrecieron una buena imagen, el resultado no les favoreció a ninguno de nuestros dos representantes. Cronológicamente, los gimnastas fueron los primeros en entrar en escena ante un debutante como el Linares, que se llevó los tres puntos del campo de La Espiguera de forma muy trabajada y, también sea dicho, de forma cruel para los pupilos dirigidos por José Antonio Ciendones ‘Chupa’, dado que desaprovecharon una pena máxima con el 0-1 -luego transformarían otro que significó el 1-1- y encajaron el 1-2 a un minuto del final, sin demasiado tiempo para reaccionar. Además, y para colmo, terminaron el choque en inferioridad numérica tras la expulsión de Pelu, por doble cartulina amarilla.
A continuación, en torno a las 19’00 horas, era el turno de la Peña Barcelonista, que afrontaba un partido histórico, al tratarse del primero que jugaba desde su fundación en la modalidad de fútbol tanto en categoría nacional como en la División de Honor Juvenil. En este sentido, hay que incidir en que sólo tres clubes melillenses han militado en la máxima categoría del fútbol nacional juvenil, la Peña Real Madrid, el Gimnástico Melilla y, ahora, la Peña Barcelonista.
Los de Ramón Carmona pusieron mucho corazón, jugando a un nivel muy alto de intensidad ante un Séneca, que supo ‘nadar y guardar la ropa’, mostrándose muy seguro en la línea defensiva y poniéndosele el encuentro de cara con el tanto de Almirón, cuando apenas habían transcurrido quince minutos, al transformar de manera magistral una falta directa desde la frontal del área. Después, los cordobeses gozaron de alguna ocasión más para finiquitar la contienda aunque los azulgranas también las tuvieron e incluso más claras, sobre todo una de ellas, la que desaprovechó Furia en la segunda mitad, en la que se plantó ante el cancerbero Hidalgo pero luego no acertó con su disparo, que se le marchó fuera por escasos centímetros. A partir de ahí, los melillenses se volcaron sobre el área visitante, pero el ansiado gol no llegaría.
Así que el estreno de los combinados juveniles de Melilla no ha podido ser demasiado satisfactorio, aunque los dos causaron una grata impresión y tienen margen de mejora. Lo peor de todo es que en casa están obligados a hacerse fuertes para intentar mantenerse, y fundamentalmente frente a rivales, a priori, de su misma 'liga'. Esperemos que estos puntos que volaron del campo de La Espiguera los puedan recuperar lo antes posible a domicilio.
