Tras muchas jornadas de suspense, aunque el calendario del Grupo V de la Segunda División B de Fútbol Sala, publicado el pasado 24 de julio daba por hecho la participación del equipo melillense, hasta la jornada del pasado martes el equipo penitenciario no dio señales de vida, confirmando su participación en la competición.
Hasta tal punto ha sido la situación de la escuadra local que a fecha del pasado martes ni siquiera habían comenzado los entrenamientos, pues tampoco se sabía de los jugadores de los que disponía para hacer frente a la competición. Además existe otro problema, como es el del entrenador, ya que para dirigir a un equipo en la Segunda División B es requisito imprescindible estar en posesión del título de Nivel II, titulación que a día de hoy no tiene ninguno de los técnicos del Centro Penitenciario. Por otro lado, el conjunto melillense tampoco puede fichar a ningún jugador si antes no tiene un entrenador.
Otra de las trabas con la que se encontrará la escuadra carcelaria es que la Ciudad Autónoma tampoco no puede otorgarle ninguna subvención, pues al no haber logrado el ascenso en el terreno de juego, ya que lo obtuvieron tras la renuncia del conjunto granadino del Sala 12 F.S., que fue el que ascendió a Segunda B tras eliminar al equipo melillense en la eliminatoria de ascenso, la Ciudad Autónoma no contempla esa posibilidad.
No obstante, el Centro Penitenciario ya tiene programado su primer partido de liga. Será el próximo día 13 de septiembre, a las 12’00 horas, en el Pabellón Lázaro Fernández, teniendo como rival al conjunto sevillano del Mundoseguros Triana, por lo que los melillenses deben tener las cosas muy claras para haber dado este paso.
