Creo que fue el miércoles día 6 cuando falleció, me he enterado hoy día 11 que me ha llamado mi cuñada Maruja para decírmelo, nada más colgar el móvil, he llamado a su hija Mari Loli Font Zaragoza (esposa y madre de Paco Veira padre e hijo) para darle un fuerte abrazo telefónico y nuestro más sentido pesar a toda la familia por tan dolorosa pérdida.
Los que siguen mis escritos y vivencias sobre Melilla, su gente, mis vecinos y costumbres, sabrán que a esta señora (q.e.p.d.) y familiares que vivían en aquellos tiempos frontalmente con mi casa, toda mi niñez ha transcurrido junto a ellos, en un escrito que precisamente he mandado esta mañana a MH para su publicación también los menciono, curiosamente, antes de enterarme previamente del hecho luctuoso.
No es por decirlo, Mari Loli y Antonio Francisco sus hijos, eran más que vecinos para toda nuestra familia, así como sus padres, me llevaron en mi niñez infinidad de veces a la playa, en una ocasión a los toros, yo tenía 9 años, solo he visto dos corridas en directo en mi vida y esa fue la primera. Nuestro cariño siempre ha sido recíproco, éramos como familia.
Recuerdo que Antonia me mandaba a muchos recados. <
También venían mucho a mi casa, sobre todo, cuando ella, Angelita o la tía dolores precisaban ocasionalmente algún producto de la pequeña huerta casera que mi padre tenía en la azotea en unos recipientes de chapa o madera. << Antonio, necesito un poco de perejil, hierbabuena (yerbabuena decíamos), una cebollita, un tomate o un pimiento, recuerdo que mi padre en ocasiones les decía cariñosamente, ¡Quien quiera algo, ya sabe, que suba a la azotea y se lo coja!
Su esposo Antonio, gran hombre también (ya están los dos juntos), era del Barça como yo. Trabajó en Casa Weil repartiendo todo tipo de bebidas y me llevaba al ambigú del estadio Álvarez Claro. Por lo menos, a ambos a su prima Angelita y primo Ricardo también tuvimos la suerte de verlos no hace muchos años, en una ocasión en Peñíscola y en otra en Vinaroz, en sus viajes del INSERSO, cuando venían nos llamaban y mi esposa Mati y yo muy gustosos íbamos a verlos.
No quiero extenderme más, todos nuestros familiares más mayores han ido abandonándonos hacia su última morada, el Cementerio de la Purísima, quedamos sus hijos y nietos, la vida sigue, hay que insistir en la lucha y tarea diaria y el destino decidirá cuando toque.
Repito, nuestro más sentido pésame, Dios le habrá dado buena acogida junto a todos sus seres queridos que antes nos abandonaron. Mari Loli, Antonio Francisco (éste Cartero en Barcelona), a vuestros conyugues, hijos y demás familia un fuerte abrazo de esta familia que tenéis en Castellón, que os quiere y os recuerda con mucho afecto a todos los que nos han ido dejando y a todos vosotros.
PIE DE FOTO:
Antonia está en primer plano sentada en el escalón de la casa de Antonio Salido, en el Monte María Cristina, y el hijo de ésta, Antonio Francisco, también en el escalón