El consejero de Fomento desmintió ayer a Antonio Barranquero, comerciante de Carlos Ramírez de Arellano que declaró que los vecinos estaban en contra de las obras. Miguel Marín explicó que las firmas se recogieron para solicitar una reunión y que a dicha reunión asistieron otros dos comerciantes, estando sólo en contra de la actuación Barranquero. De hecho, Sergio G. Martínez, propietario de un negocio en dicha calle y residente de la zona, defendió que la mayoría está de acuerdo con las obras para que deje de ser un lugar de "atraque" de coches que se llevan todo el día ahí, mientras los comercios están "vacíos". Las obras se harán por tramos no estando en cada uno de ellos más de dos meses, según Marín. Marín, en declaraciones a MELILLA HOY, aseguró que es "mentira" que las firmas sean contra las obras en Carlos Ramírez de Arellano, sino que fueron rúbricas en un escrito para solicitar la reunión con el consejero para que les explicaran la función de las obras y, entre otras cuestiones, para saber cuántas plazas de aparcamientos se iban a eliminar. Sobre esto, el consejero aseguró que son pocas y que, de todos modos, actualmente los aparcamientos no son cubiertos por clientes de los comercios de la zona, sino por gente que va al centro y deja el coche aparcado allí todo el día, algo que se solventará cuando se instale la zona azul y las plazas estén en rotación, beneficiando, así, a comerciantes y clientes. Sergio G. Martínez se pronunció en los mismos términos: "La gente ahora aparca aquí, pero los comercios están vacíos, aparca aquí para irse al centro y queremos que esta calle también pertenezca al centro, que deje de ser una zona de atraque para convertirse en una zona de paso". El propietario de una inmobiliaria y residente de la zona defendió la necesidad de una actuación en Carlos Ramírez de Arellano, "hace más de 25 años que no se ha cambiado nada", a excepción de la iluminación y la rotonda que se creó.
Teniendo en cuenta que es una calle "bastante comercial", para G. Martínez, "ha llegado el momento" de que gane vida y no esté muerta en muchas ocasiones, como lamentó. Cree que esto se conseguirá con la actuación de Fomento, además de evitarse accidentes de tráfico y situaciones de peligro, que, aseguró, se dan en la actualidad.
Una ciudad “amable”
Sergio G. Martínez aseguró que, pese a las críticas de Barranquero que publicó ayer este Diario, el 80 por ciento de los vecinos de la zona "están de acuerdo" con la actuación de Fomento, actuación que "aplaude" el propietario de la inmobiliaria, por ser "buena para el barrio, para los comercios y para la ciudad". Entiende que a priori a todos les molestarán las obras, pero ganarán con el tiempo. "Hay una mayoría que quiere una ciudad amable", como se defiende que se hace con la actuación de Fomento, como se está haciendo en el resto de ciudades de España, dando prioridad al peatón.
A la reunión con el consejero de Fomento, asistieron tres empresarios, según Miguel Marín, y, a excepción de Barranquero, "los otros dos, a mí, personalmente, me comentaron que estaban encantados con las obras", sólo que tenían cierta incertidumbre de cómo iba a repercutir en sus negocios los cinco meses de obras. El consejero les aclaró que para que la repercusión sea mínima, la actuación se hará por tramos y en la misma zona no van a estar más de dos meses: "Ningún comerciante va a sufrir las obras más de dos meses", insistió el consejero, que aseguró que los vecinos están "encantados" con la actuación.