“Me sentí bien por saber que los chicos/as de la Comandancia General nos socorren en momentos de desesperación”
Una lectora nos dice que la noche del miércoles nueve de junio, cuando pasaba con su vehículo acompañada de su madre, le dio un dolor tan fuerte que tuvo que parar el coche en medio de la carretera y lo único que pudo hacer fue poner las luces de emergencia. “De repente, salió un soldado de la Comandancia y se acerco para intentar ayudar. Yo no podía moverme y en medio de esa locura vinieron cinco soldados, tres chicos y dos chicas. El comportamiento de ellos fue tan bueno, que me hicieron sentirme bien en medio de ese dolor tan tormentoso. Ayudaron a quitar el coche de en medio de la vía. Uno de ellos, no paraba de tranquilizarme y sus caricias me hacían sentirme bien. Llamaron a la ambulancia y al irme con ellos, se ocuparon de mi madre sin dejarla sola en ningún momento” y añade: “Yo no pude ver la cara de ninguno de ellos puesto que me encontraba también algo mareada, solo escuchaba la voz de aquellos ÁNGELES que hicieron de un momento de locura, un momento en que me sentí bien por saber que en la Comandancia sus chicos /as nos socorren en momentos de desesperación. Gracias, gracias y gracias a mis ÁNGELES de la Comandancia General, Comgemel”.