En la Parroquia de la Purísima Concepción y como viene siendo tradicional en la Hermandad del Rocío, antes de hacer el Camino hacia Amonte, se ha celebrado una Misa ante la Patrona de Melilla, para pedir su intercesión y amparo en la Romería. Entre los fieles que participaron en la Eucaristía se encontraba el Comandante general de Melilla, Álvaro de la Peña Cuesta, que quiso, de esta manera, despedirse de la Virgen de la Victoria antes de abandonar la Ciudad después de permanecer en ella durante los últimos tres años. Subió al Camarín e igualmente firmó en el Libro de Oro de la Congregación, pidiendo a la Virgen que cuidara y protegiera a los hombres y mujeres de la Comandancia General. Tras imponerle la insignia de la Congregación, tanto a él como a su mujer, el general de la Peña agradeció la cercanía y colaboración con la Comandancia. Se intercambiaron regalos entre la Hermana Mayor de la Congregación y el Comandante general, una fotografía de la Patrona y otra del edificio que acoge en nuestra Ciudad el Comgemel. Álvaro de la Peña también se está despidiendo de las distintas unidades militares, saludando a los hombres que ha mandado durante este tiempo.
