Cerca de un centenar de inmigrantes de origen sirio, entre hombres, mujeres y niños -algunos de muy corta de edad-, se concentraron ayer en la Plaza de España para pedir su salida de Melilla. Este colectivo, que integran en la ciudad unas 700 personas, de ellos 250 menores, denuncia que están hacinados en el CETI y solicitan que se les permita el traslado porque han escapado de una guerra civil como la que sufre su país.