El Parque Hernández se quedó sin cultura el sábado debido a la lluvia, pero el buen tiempo de ayer permitió seguir adelante con los planes de la Ciudad Autónoma para acercar las diferentes disciplinas artísticas a los pequeños melillenses. Durante todo el día, cientos de niños se lo pasaron en grande con la magia, el humor, el circo, los diábolos, los zancos, las acrobacias y vistosos pasacalles que recorrieron cada uno de los rincones del emblemático parque melillense. Uno de los centros de atracción de la jornada dominical en el Parque Hernández fue, sin duda, el gigantesco dragón que echaba fuego de verdad por su enorme boca afilada, que no hizo demasiadas buenas migas con algún que otro pequeño, asustado ante el enorme bicho. Otros, en cambio, trataron de apagarle el fuego de la boca equipados con pistolas de agua.
Durante toda la jornada también llamaron mucho la atención los enormes zancudos, así como los trucos de magia y las acrobacias desde las alturas, desafiando cualquier vértigo.
Los payasos volvieron a hacer de las suyas entre un numerosísimo público, que disfrutó de lo lindo con este novedoso espectáculo multicultural organizado por la Ciudad Autónoma con la colaboración de Unicaja.