La Guardia Civil ha evitado que dos furgonetas alquiladas en Francia, valoradas en 30.000 euros, fueran introducidas en Marruecos a pesar de que el contrato de arrendamiento no autorizaba su salida del territorio peninsular. Este modus operandi, bien conocido por los agentes del Resguardo Fiscal del instituto armado, ya se ha dado más veces en Melilla y el objetivo final de quienes lo llevan a cabo es pasar los vehículos al país vecino para revenderlos y presentar después una denuncia por supuesto robo o sustracción en territorio comunitario para quedar exonerados de cualquier responsabilidad penal.
Según informó ayer la Comandancia de la Guardia Civil en una nota de prensa, los hechos ocurrieron el pasado lunes, a la llegada del buque procedente de Almería. Los agentes procedieron a realizar un registro selectivo de los vehículos que venían en el barco, entre los que se encontraban dos furgonetas blancas Renault Master, con placas de matrícula francesas.
Los agentes comprobaron que se trataba de dos furgonetas alquiladas a una empresa con sede en Francia, con la que se pusieron en contacto. Esta gestión permitió comprobar que los dos ocupantes habían incumplido las condiciones del contrato, ya que no tenían autorización para su salida del territorio peninsular. La empresa pidió a la Guardia Civil que inmovilizara las furgonetas para que no pudieran salir del territorio Schengen hasta que pueda venir a recogerlas.