Los agentes que se enfrentan a un salto de inmigrantes como el del jueves se sienten “vigilados, amedrentados y en permanente tela de juicio”. AUGC denunció que “no hay directrices claras”, sino que dependen del “oficial de turno”. Pidió que si lo que están haciendo es legal, se recoja por escrito en un protocolo donde se explique cómo actuar ante cada situación y qué material usar. El SUP cree que el Gobierno “se está equivocando” en las medidas adoptadas y que en el Gurugú no deciden las mafias, sino la condición humana y el hambre, por lo que el inmigrante va a intentar traspasar “la valla humana como sea”. "Es evidente que vienen cada vez con más violencia". La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) cree que en la última entrada de inmigrantes a través de la valla fronteriza, el pasado jueves, quedó palpable que las condiciones en las que los agentes tienen que desarrollar su trabajo no son ya "nada normales". El portavoz de la asociación en Melilla reconoció que puede que los medios que usa la Guardia Civil no sean "los más adecuados", poniendo como ejemplo la utilización de un extintor, pero "son los que tenemos a mano".
Los guardias civiles que luchan contra la fuerte presión migratoria que sufre Melilla se sienten "observados, amedrentados y vigilados al milímetro", con su actuación en "permanente tela de juicio", cuando esta, defendió la AUGC, sólo atiende a las órdenes del oficial de turno, sin saber si lo que están realizando puede ser objeto de una ilegalidad, porque siguen sin un protocolo que determine qué hacer en cada caso, tampoco cuando un inmigrante está "colgado" en la valla, "no tenemos directrices claras, se está actuando conforme a la orden del oficial del momento, expuestos a que el oficial se esté equivocando o no", de ahí que surja "la polémica" de cuándo se considera que un inmigrante está o no en España. La Asociación Unificada de la Guardia Civil pidió que si lo que se está haciendo, sobre las devoluciones a Marruecos, es legal y no se considera una 'devolución en caliente' que incumpla la ley, que se recoja por escrito en un determinado protocolo, en el que se expongan todos los casos posibles y cómo actuar ante ellos.
“Nuestros vecinos”
La AUGC lamentó el casi "cuerpo a cuerpo", porque cuando el inmigrante está encaramado a la valla, el guardia civil tiene que subir y "es cuando se producen las agresiones", porque "va a intentar que, de ninguna manera se le devuelva", ya que "nuestros vecinos no son tan benevolentes" y "hacen barbaridades". De otra parte, sí que reconoció que hay "colaboración" por parte de Marruecos, porque, si no la hubiera, de 800 inmigrantes que intentan saltar la valla, "lo conseguirían 700, no 100". Las imágenes que ven los guardias civiles cuando se aproximan tantas personas a la vez al perímetro fronterizo son "impactantes" y poco pueden hacer ellos desde este lado ante una valla que antes "parecía infranqueable", pero que se ha demostrado que no lo es, la situación "nos está desbordando a todos". En este mismo sentido se pronunció el Sindicato Unificado de Policía (SUP). Jesús Ruiz Barranco cree que el Gobierno "se está equivocando en la forma de repeler la inmigración", poniendo como ejemplo las cuchillas o mallas antitrepa, considera que nada de esto sirve para frenar el hambre, que las medidas "no son efectivas" y que la Guardia Civil se ha convertido para los inmigrantes en una valla más, "la humana", que también quieren traspasar "como sea".
Ruiz Barranco dejó claro que no hay "buenos" ni "malos" y que si él estuviera en el Monte Gurugú después de recorrer miles de kilómetros también lucharía por llegar donde quiere, "no son delincuentes", pero tampoco los agentes, defendió. Las imágenes y las situaciones que se dan en cada salto son "lamentables". Además, antes los intentos de entrada se producían de noche, sobre todo, Ruiz Barranco cree que ahora lo están haciendo de día para "ser vistos en todo el mundo" a través de los medios de comunicación. Sobre la forma de actuar de los agentes, "no hay otra manera", sean o no los inmigrantes "rechazos en caliente". El secretario general del SUP en Melilla pidió, como la AUGC un protocolo claro de actuación y se preguntó "por qué no podemos nosotros entrar en Marruecos" para frenar la inmigración desde allí. Es decir, el agente desde este lado, cuando el inmigrante ya está en la valla poco puede hacer, el SUP propone "patrullas conjuntas", entre españoles y marroquíes, al otro lado, haciendo alusión a la colaboración entre los países.
El SUP considera que el discurso está demasiado centrado en las mafias, que cree que sólo deciden a miles de kilómetros, pero no en el Gurugú, "aquí no son las mafias", sino "la condición humana" de querer subsistir.