Una ciudadana nos expone la siguiente reflexión: “Paso a diario por la Avenida de la Marina Española para ir hasta mi puesto de trabajo, y siempre me cruzo con el reloj-termómetro que hay frente a la Casa del Mar, que está una hora atrasado porque desde que entró en vigor el horario de verano, el 30 de marzo, nadie ha caído en la cuenta de que hay que adelantar este reloj una hora. No es la primera vez que este despiste ocurre, porque siempre tengo que estar llamando la atención sobre el cambio de hora en ese reloj. ¿Es que cada vez que haya un cambio de horario vamos a tener que recordarlo en el periódico? Llevaba esperando que alguien de la Ciudad Autónoma o el organismo competente cambiara la hora, pero es que ya hace más de dos semanas y nada”.