Ha sido el secretario general de UGT-Melilla, Alonso Díaz, quien ha manifestado que el camino de la recuperación tiene que pasar necesariamente por la mejora del poder adquisitivo de los salarios -para relanzar el consumo- y empleos de calidad. En esta línea señaló que ese es el objetivo que los ugetistas melillenses “vamos a perseguir porque no estamos de acuerdo con que se pretenda definir la etapa de recuperación como la continuación de las políticas de austeridad con otros medios”. En este sentido, el sindicalista local ha manifestado que "el presidente de la patronal, las empresas y el Gobierno tienen que tener muy claro que el camino de la recuperación no puede ser un camino basado en empleos precarios y rebajas salariales" y además ha añadido "estamos convencidos, y las cifras así lo demuestran, que la devaluación salarial y la precariedad lo que han hecho ha sido agravar la situación económica de nuestro país, vamos a defender empleo de calidad y mejora del poder adquisitivo de los salarios".
No, a la rebaja de salarios
En base a esas consideraciones Alonso Díaz piensa que son inaceptables las pretensiones de algunas patronales de la ciudad, “de querer rebajar los salarios de los trabajadores y trabajadoras melillenses, después de cuatro años de contención de salarios, no solo no lo ven suficiente, sino que pretenden quitarle aún más capacidad de subsistencia”.
Canto de sirena
También ha comentado que “decir que aquí se cobra el 25% de residencia o se percibe un plus de bonificación de la Seguridad Social, es un canto de sirena muy explotado y muy manido, si quieren podemos explicar las bonificaciones que tienen los empresarios cada vez que contratan a alguien”.
En consecuencia, el secretario general de la UGT-Melilla, entiende que “este no es el camino, sino que al contrario hay que empezar a modular una subida gradual de la capacidad adquisitiva de los trabajadores, para ayudar a salir de la crisis”.
Demanda interna
Por tanto para el sindicato melillense UGT, “una de las claves es la demanda interna, porque sin ella no hay consumo y eso no se consigue bajando los salarios, cualquiera con dos dedos de frente sabe perfectamente que me estoy refiriendo a una regla básica y esta ciudad es una ciudad de servicios”.
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