El portavoz del Gobierno, Daniel Conesa, dejó ayer claro que la Ciudad Autónoma, a través de la Dirección General de Tributos, realiza un seguimiento permanente del cumplimiento las cláusulas del contrato con la empresa adjudicataria del servicio de recaudación. "Sólo en caso de incumplimiento podría plantearse una rescisión". El portavoz del Gobierno, Daniel Conesa, dejó ayer claro que la Ciudad Autónoma, a través de la Dirección General de Tributos, realiza un seguimiento permanente del cumplimiento las cláusulas del contrato con la empresa adjudicataria del servicio de recaudación. "Sólo en caso de incumplimiento podría plantearse una rescisión", comentó Conesa, que dio así respuesta a una pregunta del Grupo Coalición por Melilla (CPM). El contrato tiene vigencia hasta 2016, de forma que, al final del mismo, deberán haberse cumplido todos los compromisos contractuales.