La U.D. Melilla B afrontará el próximo sábado la primera de sus últimas cinco finales de cara a su objetivo de evitar el descenso, del que sólo le separa 1 punto tras caer goleado en Loja por 7-1. Los melillenses se enfrentarán en el Campo de La Espiguera al Villacarillo C.F., en un horario nada habitual, a partir de las 10’00 horas, a petición del club jiennense para poder regresar el mismo día a su localidad de origen, vía marítima por Almería. El conjunto local no podrá contar con los servicios de Pendu y Bécker, sancionados con un partido, el primero por acumulación de amonestación y el segundo por doble cartulina amarilla.
Felipe Sánchez, entrenador del conjunto filial, aseguró que su plantilla trabaja desde el pasado martes con el objetivo de reponerse del duro correctivo recibido en Loja. «El equipo está tocado, pero de las caídas hay que levantarse y reponerse, somos conscientes que dependemos de nosotros mismos y a ver si en el próximo partido somos capaces de ganar y alejarnos de la zona peligrosa».
En cuanto al 7-1 en tierras granadinas dijo que el fútbol tiene estas cosas, «hay momentos de dificultad que en estos momentos estamos atravesando y a ver si somos capaces de sobreponernos a las adversidades».
Por otro lado, se refirió al horario del partido, ya que melillenses y jiennenses se enfrentarán este sábado a partir de las 10’00 horas en el Campo de La Espiguera. «Durante la temporada hemos jugado en alguna ocasión a las diez o las once de la mañana, pero no es un horario habitual al que estamos acostumbrados, aunque también hay que intentar colaborar con los equipos para que puedan regresar el mismo día a su localidad».
El Villacarrillo C.F. ocupa la séptima posición en la clasificación y todavía mantiene opciones de clasificarse para el Play-Off, aunque lo tiene bastante complicado, ya que son 8 puntos los que le separan del cuarto del clasificado. No obstante, Felipe Sánchez resaltó que «es un equipo fuerte, aunque a veces se muestra irregular a domicilio y espero que en esta ocasión sea así».
«Tenemos que salir con una gran intensidad y ser muy fuertes en nuestro terreno de juego porque nos estamos jugando la vida. El equipo debe mentalizarse de que jugamos una finalísima y hay que conjurarse para que los puntos se queden en casa», concluyó el entrenador del Melilla B.
