Son las 2. "¿La hora antigua o la hora nueva?" Esta será la pregunta más repetida hoy, sobre todo por los mayores. A ellos y a los niños suele afectar más el cambio horario, que entró en vigor esta madrugada: a las 2 los relojes se adelantaron hasta las 3, con lo cual, este domingo solo tendrá 23 horas, que habrá que saber aprovechar. Con el cambio, también se prolongan las horas de luz y el tiempo para hacer cosas, "las personas con tendencia a la tristeza mejoran", de hecho es en otoño cuando suelen estar peor, según el psicólogo Daniel Ventura, que habla para MELILLA HOY de cómo nos afecta el cambio de hora, la época del año en la que nos encontremos y la meteorología. La apatía, en cambio, puede no entender de estaciones. El cambio de hora "nos afecta a todos", porque tenemos "una especie de reloj interno", que tiene que adaptarse a los diferentes ciclos de luz y oscuridad. El vicedecano del Colegio de Psicólogos de Melilla explicó que durante unos días necesitaremos una especie de adaptación. Lo notaremos al levantarnos, por tener más sueño, o a la hora de comer, por no tener aún apetito, ya que ayer a esta hora era una menos. Le costará más, tal vez a los pequeños, a la hora de levantarse para ir al colegio mañana, o a la hora de acostarlos esta noche. "Los niños no entienden de horarios, y hoy hay que meterlos en la cama una hora antes de lo previsto", si su organismo "se resiste", el psicólogo aconseja a los padres no ser bruscos ni obligarlos, sino ir "de forma gradual".
Primavera para casi todos
En general, la población se adaptará al cambio horario en apenas unos días, aunque para una parte, quizás, sea más complicado, sobre todo para las personas que dicen sufrir la astenia primaveral. Coincide con la entrada de la primavera que algunas personas tienen "una especie de trastorno adaptativo", se irritan más, tienen pérdida del apetito o dificultades con el sueño y a la hora de trabajar. También personas que tengan tendencia a la inestabilidad, pueden estar más ansiosas o nerviosas. Pero, por norma, la primavera parece sentarnos bien a todos, de hecho, las personas que tienen tendencia a la depresión mejoran en esta época, es en otoño cuando peor se encuentran y cuando más gente acude al psicólogo. Entonces, los días son más cortos. Ahora se avecinan jornadas con más luz, que verán los que salgan temprano de trabajar, para poder hacer cosas y disfrutar de su ocio. Se notará "más alegría", porque los días son más largos y con mejores condiciones climatológicas, e invitan, por ejemplo, a pasear. ¿Tanto nos afecta el tiempo? "Sí, el tiempo, la luz, el frío, y el viento". De esto último, en Melilla, como en Tarifa, puso como ejemplo el psicólogo, entendemos un rato, aunque hay unas personas a las que afecta más que a otras, como el cambio horario de hoy. Los "aprensivos" puede que hoy digan "Estoy muy mal, porque los psicólogos dicen que hay un síndrome", e intentaran justificar por qué se sienten así. "No es un cuento chino" que el cambio de hora nos afecta, pero también "se le da, en ocasiones, una importancia que no tiene", como aquello del síndrome posvacacional.
En cualquier caso, cuidar la alimentación, evitar excitantes y grasas y llevar una vida regular las primeras semanas hasta que el organismo se adapte al cambio nunca vendrá mal, mucho menos a los que son más hipocondríacos.
La desgana no es natural
La primavera invita a salir a la calle, sin embargo, hay una apatía que parece no entender de estaciones. "La apatía es, en muchas ocasiones, síntoma de trastornos depresivos", como la ciclotimia o distimia. "Durante dos años, la persona vive esa apatía la mayor parte de los días". Daniel Ventura dejó claro que la desgana no es un estado natural que tenga que perdurar mucho, se puede tener durante un periodo más o menos corto, pero si este se prolonga, es que algo, como "un trastorno afectivo", pude haber detrás, para lo cual hay que ver si dicha persona tiene también irritabilidad, sueño, cansancio o alguno de esos síntomas que más vale no experimentar hoy. El día sólo concede 23 horas.