Más de un centenar de agentes, la mayoría efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) que están destinados en Melilla para contener sobre todo la presión migratoria en la frontera, se concentraron ayer a las puertas de la Jefatura Superior de Policía para exigir la dimisión de los mandos del Cuerpo, a los que consideran responsables de los graves incidentes que sufrieron los antidisturbios el pasado sábado en la Manifestación por la Dignidad en Madrid. En torno a la una de la tarde, los agentes, vestidos de paisano, se concentraron en torno a una pancarta en la que se podía leer “Por la seguridad de los policías”. No había emblemas ni símbolos sindicales porque la protesta ha sido una sido espontánea, a la que se han sumado agentes de la Jefatura Superior de otras unidades además de la UIP. No obstante, el sindicato Unión Federal de Policía (UFP), a través de una nota, quiso expresar horas más tarde su solidaridad con las unidades afectadas. “Sinvergüenzas” o “Todos somos Puma 70” fueron algunas de las frases que corearon los agentes. También mostraron públicamente su añoranza hacia el comisario Javier Nogueroles, que hasta su ascenso hace pocas semanas dirigía a la UIP en Madrid. Ahora es el segundo responsable de la Jefatura Superior de Policía de Melilla, donde asume desde enero el cargo de jefe territorial de Operaciones. Su sustituto al frente de los antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía, el inspector jefe Francisco Javier Virsea, ha sido uno de los blancos de las críticas de los agentes tras los incidentes del 22 de marzo en Madrid. Los sindicatos policiales a nivel nacional han pedido su dimisión, así como la del comisario jefe de las UIP, José María Ruiz Igusquiza y del comisario general de Seguridad Ciudadana, Florentino Villabona, viejo conocido en Melilla por haber sido hace unos años el jefe superior de Policía. Las organizaciones sindicales los consideran responsables del despliegue de la UIP en la Marcha por la Dignidad, que terminó con cerca de 70 policías heridos, 11 de ellos hospitalizados, debido a la tardanza a la hora de enviar refuerzos para socorrer a agentes que acabaron rodeados por manifestantes violentos. La delegación de UFP en Melilla también se sumó ayer a la petición de las dimisiones de estos mandos policiales. “Los policías también tenemos nuestra dignidad, y como tal entendemos que no se puede llevar a ningún policía o grupo de policías, a lo que llamamos vulgarmente en nuestro país un linchamiento, y mucho menos que esto lo hagan nuestros mandos policiales”, aseveró el secretario general de la UFP local, Antonio García Guillén.