Sr. Delegado del Gobierno:
Con todo el respeto, y con el derecho que me otorga el ser ciudadano de esta ciudad, me veo en la obligación de manifestar mi queja y repulsa ante la insólita y lamentable situación que, desde hace algún tiempo, viene repitiéndose, de manera continuada y, cada vez más evidente y con mayor virulencia en nuestra ciudad, sin que las autoridades competentes pongan remedio.
Me refiero al tremendo caos que se produce en la carretera de Farhana, los fines de semana, motivado por los atascos que forman los coches de ciudadanos marroquíes que se dedican claramente al contrabando. Confieso que soy contrario a esta nefasta actividad, porque pienso que aporta a la ciudad más cosas malas que buenas, al menos en la forma en que se lleva a cabo. No, este no es el motivo que me lleva a realizar esta queja, sino otro.
No hay sábado ni domingo por la mañana que estos comerciante ilegales no causen problemas a la COA y a los ciudadanos de Melilla que intentamos pasar a Marruecos para hacer compras o pasar el día. No se puede entender por qué no está la Policía Local para controlar el tráfico e impedir a estos vehículos que aparquen de manera tan incívica en la carretera, con el problema que esto produce para la circulación, además de la imagen tercermundista y deprimente que se llevan de esta ciudad las personas que la visitan. Melilla forma parte de la Unión Europea, y nos gustaría que su imagen no se denigrara, y que los ciudadanos de Melilla pudiéramos vivir con la misma calidad de vida que vive cualquier ciudadano peninsular o europeo.
Señor Delegado, no podemos comprender el porqué de esta continua dejación por parte de las autoridades que tienen el deber de controlar las normas, vigilar los comportamientos incívicos o preocuparse para que la calidad de vida de los ciudadanos sea un hecho real y no virtual. Los ciudadanos de Melilla, no comprenden tampoco por qué estos vehículos, que carecen de seguro, que entran a la ciudad en pésimas condiciones, pues carecen en su mayoría del control de la ITV, se les permite el paso sin pedirles los documentos que acrediten una razonable seguridad, mientras que a los ciudadanos melillenses se les obliga a pasar los controles pertinentes de la ITV e incluso se les sanciona con multa si no presentan los documentos de sus vehículos debidamente formalizados. ¿Cree usted que esto es razonable, justo y normal? No cree usted que si esta ciudad está dentro de la Unión Europea, aunque cueste creerlo, debería aplicarse y hacer que se cumpla la normativa europea para todos por igual, tal y como se exige a los ciudadanos que residimos en Melilla?
Le ruego, señor Delegado del Gobierno, que en bien de la comunidad de esta ciudad subsane estos problemas y recurra, con los medios de los que dispone, para impedir que tales desagravios se sigan cometiendo, y que desaparezcan las posibles ambigüedades en la gestión de control de personas y vehículos, con el fin de esclarecer los considerables malentendidos de los ciudadanos de esta ciudad, que se sienten agraviados, incluso desprotegidos, ante la desidia de sus gobernantes.