En esta ocasión la sección de Los Melillenses Nos Dicen se hace eco del escrito de un ciudadano que pone el acento en un asunto preocupante que considera que no ha hecho sino crecer en los últimos tiempos, como es la proliferación de menores extranjeros no acompañados en las calles de la ciudad y su comportamiento: "Escribo para comentar de un hecho que creo no es nada nuevo, pero desde que llegué en diciembre parece que se ha complicado un poco y conozco a muchas personas, tal vez demasiadas, que se quejan de la situación. Es la cada vez mayor presencia incontrolada de menores extranjeros por Melilla, en concreto en la Plaza de las Culturas. Sé que hay organizaciones que defienden los derechos de estos menores, lo cual me parece bien. Pero no hay ninguna que defienda a los menores de aquí y que frecuentemente se ven amedrentados por estos chavales, que no respetan absolutamente nada, se escapan del centro de menores para mendigar comida y lo que surja, y parece que a los melillenses nos da igual o no nos atrevemos a decir nada, porque entonces parecemos malas personas. Hay quien ya no se atreve a pasar por esta plaza a ciertas horas, al igual que por las escaleras de Melilla la Vieja, ya que estos se encuentran en grupos más o menos numerosos consumiendo tabaco o algo similar, a veces bastante exaltados.
Particularmente los he visto arrancar plantas, por diversión, de los maceteros de la Plaza de las Culturas, pedir comida a un viandante y ante la negativa, insultarlo, hacer necesidades en portales de la zona, deambular a altas horas de la noche niños que no superan los doce o trece años, y amedrentar a niños que van del colegio a sus casas. Algunos duermen bajo la escalera de la playa de Melilla la Vieja, con lo que mucha gente no se atreve a bajar a ciertas horas de la tarde. No creo que a casi nadie le beneficie esta situación, salvo aquel que piensa que dándoles unas almendras ha hecho la buena obra del día. Sinceramente ni por la seguridad de ellos ni por la de los melillenses, especialmente los jóvenes, estos chavales deberían andar por la ciudad libremente sin ningún tipo de control", concluye.
