La U.D. Melilla B afrontará el próximo sábado un encuentro bastante complicado, ya que rendirá visita al líder del Grupo IX de la Tercera División, el Linares Deportivo, conjunto que en su terreno de juego ha ganado doce partidos y sólo ha cedido una derrota, ante el segundo clasificado, el Marbella C.F. El encuentro, correspondiente a la trigésima jornada, se disputará en el Estadio de Linarejos y dará comienzo a partir de las 16’00 horas.
Los melillenses presentarán bastantes bajas para este importante choque liguero, ya que Jesús, Sidi y Cintas no podrán ser de la partida por motivos laborales, mientras que Ibrahim se despidió el pasado martes de sus compañeros al marcharse a Alemania en busca de trabajo. Estas ausencias se unen a la ya consabidas de los lesionados Meyi y Moha. Además, Salah será duda por un esguince de tobillo, aunque el cuerpo técnico confía en que el defensa melillense se recupere a tiempo y pueda contar con sus servicios, aunque la nota positiva será el alta del veterano Bécker, recuperado de la lesión que le ha mantenido en el dique seco en las dos últimas jornadas.
Felipe Sánchez, entrenador del Melilla B, reconoció que el objetivo de la permanencia se complica bastante tras la derrota sufrida ante un rival directo, el C.D. Ronda, por 1-2, pero indicó que el equipo aún mantiene una diferencia de 5 puntos de la zona de descenso. «El pasado sábado perdimos un partido importantísimo y está claro que el objetivo se complica, ya que se reducen las distancias con los equipos de la zona baja, y además los enfrentamientos de las próximas jornadas los afrontamos ante rivales de la zona alta, pero hay que seguir con la línea de intentar mantener la categoría».
Última jugada y derrota
El preparador del conjunto filial entona además el mea culpa por la última jugada del encuentro del pasado sábado, en el tiempo de la prolongación, y que le costó la derrota a su equipo, cuando Sidi I optó por pasar en corto el balón a Riduan y un delantero del conjunto malagueño le robó el balón a éste para montar el contragolpe que supuso el definitivo 1-2. «La culpa fue también mía, pues fuimos ambiciosos por ganar y dejamos a un solo hombre en la defensa. Quizá habría que haber valorado el empate y la culpabilidad fue sólo mía por no haber protegido la zona de retaguardia. Los jugadores toman las decisiones y en ese momento no se saben cuáles pueden ser las circunstancias, pero la culpa fue mía con la última jugada del partido por no haber protegido la defensa», subrayó.
Precisamente, sobre la derrota por 1-2, explicó que en el partido «no estuvimos bien y no dimos con la clave de sacar el partido adelante, aunque el empate se consideraba bueno, pero esa última acción del partido nos ha costado caro y nos ha hecho mucho daño».
El líder, próximo rival
En cuanto al próximo rival, el líder del Grupo IX de la Tercera División, dijo que «es un equipo invencible, pero vamos con la misma intención que a todos los campos, es un partido de fútbol y hay que jugarlo», concluyó Felipe Sánchez.