La Delegación del Gobierno en Melilla ha informado que las fuerzas de seguridad se vieron obligadas ayer por la tarde, sobre las 15.00 horas, a cerrar la frontera de Beni-Enzar, con carácter preventivo y ante la aglomeración y protesta de un numeroso grupo de porteadores de mercancías en la zona de 'tierra de nadie'.
Según la citada fuente, la protesta de los porteadores coincide con el inicio de las obras de remodelación del paso de Beni-Enzar y los cambios que está imponiendo en los hábitos cotidianos de quienes se dedican al pase de mercancías entre Melilla y Marruecos. Entre otros, el de derivar todo el tránsito de motos y bicicletas por la frontera de Farhana.
"Un ajuste que, aún produciéndose con regularidad, ya ha empezado a generar un mayor número de porteadores a pie por Beni-Enzar" ha admitido la Delegación, frente a quienes lo hacían en motos y bicicletas.
Según la institución que preside Abdelmalik El Barkani, durante el cierre de la frontera de ayer, no hubo incidentes de gravedad, "aunque sí se registró, desde la tierra de nadie, el lanzamiento sin consecuencia de algunos objetos contra las instalaciones policiales españolas".
La Delegación ha asegurado que la frontera se reabrió al tráfico peatonal y rodado a las 17.30, es decir dos horas y media después del cierre, y "desde entonces el tránsito de personas y vehículos se desenvuelve con normalidad" apostilló.