Interior reforzará la doble valla con 15 km de malla antitrepa y tres cámaras térmicas

melillahoy.cibeles.net fotos 773 MINISTRO CON IMBRODA HABLANDO DE MALLAS ANTITREPAS

El ministro del Interior vino ayer a Melilla con varias medidas bajo el brazo para intentar poner freno a los intentos de entrada masiva que ha sufrido el perímetro fronterizo en los últimos meses. Una de ellas, el refuerzo de la doble valla con la instalación de 15.000 metros de malla antitrepa, que se dispondrá tanto en la alambrada interior como en la exterior para complementar los tramos de frontera en las que ya se habilitó a finales de 2013. En total, un millón de euros para intentar hacer los agujeros de la valla más pequeños e impedir que los inmigrantes puedan escalarlas metiendo en ellos los agujeros de las manos y los pies. Esta actuación en el perímetro se llevará a cabo con un procedimiento urgente para que esté lista en cuestión de pocos meses. Pero no será la única. El ministro también anunció otras medidas, como la instalación de tres nuevas torres de vigilancia para la Guardia Civil, en las que se habilitarán tres cámaras térmicas. “Técnicamente van a ser muy convenientes”, dijo Fernández Díaz, que también avanzó la próxima retirada de las vallas superiores abatibles que se instalaron para sustituir a las concertinas que coronaban el perímetro. Esos elementos habían sido diseñados para impedir el salto, pero los inmigrantes han encontrado la manera de que les sirva como impulso, a modo de trampolín, facilitando su llegada a la valla interior de Melilla esquivando la sirga.

Todas estas actuaciones supondrán una inversión de un millón y medio de euros, explicó el ministro, que tal y como ya hiciera el día anterior en Ceuta, habló de la intención del Gobierno central de impulsar el Acuerdo de Readmisión que España firmó con Marruecos en 1992. Un convenio que no entró en vigor hasta 2012, y en cuyo artículo 11 se contempla la posibilidad de crear una comisión mixta presidida por los ministros del Interior de España y de Marruecos para “tratar cuestiones litigiosas que se deriven de la aplicación de ese acuerdo bilateral que tiene que ver con el desplazamiento, el tránsito y la readmisión entre los dos países”. El 26 de marzo será una realidad esa comisión, pues ambos ministros han programado un encuentro en Tánger con el fin de constituirla.

Al hilo, Fernández Díaz hizo mención expresa a la colaboración “imprescindible, esencial y fundamental” que está teniendo el país vecino a la hora de luchar contra la inmigración clandestina “y otras amenazas que compartimos”, como el narcotráfico y el terrorismo. El ministro dijo que esa cooperación de Marruecos es “magnífica”, ya que a menudo evita que intentos de entrada a Melilla se materialicen, como ocurrió ayer con los 17 inmigrantes que fueron interceptados en el lado marroquí del paso de Beni-Enzar a bordo de un coche kamikaze. Ambos países trabajan en esta materia “codo con codo”, y ejemplo de ello fue la presencia del más importante responsable marroquí en todos los pasos fronterizos del país, que se desplazó expresamente al puesto de Beni-Enzar para saludar al ministro en su visita y darle “la bienvenida”.

Presión similar a 2005
En su comparecencia, Jorge Fernández Díaz hizo alusión varias veces a la “presión migratoria fortísima” que sufre Melilla en sus fronteras, que es “similar” a la que se vivió en el año 2005 con la crisis de las vallas. Aquel año, entre agosto y octubre, se produjeron varios saltos a la valla multitudinarios. En todo 2005 entraron 3.245 inmigrantes a Melilla en los 16.500 intentos que se registraron.

En lo que llevamos de año, cerca de 600 inmigrantes han entrado ya en la ciudad en varios intentos por la valla y el mar, más el goteo que se suele dar en los pasos fronterizos. “Son momentos difíciles y complejos, por eso hay que estar aquí y ahora”, dijo Fernández Díaz, que descartó que el Gobierno esté pensando en recurrir al Ejército como se hizo en el año 2005. Así, recordó que el anterior Ejecutivo socialista envió a la Legión y a los Regulares a vigilar el perímetro después de que murieran en las vallas seis inmigrantes y hubiera otros 94 heridos, algo que no ocurrirá ahora porque “no está en la voluntad del Gobierno enviar al Ejército” a la valla.

El ministro del Interior hizo una encendida defensa de la labor que están desarrollando las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que “están trabajando con dedicación y esfuerzo para combatir los principales problemas que tiene Melilla, que tiene España, y que por tanto tiene la Unión Europea”, que es la inmigración irregular. Así, expresó su apoyo expreso y el de todo el Gobierno central, empezando por su presidente, Mariano Rajoy.

Profesionalidad y proporcionalidad
Fernández Díaz destacó que la Guardia Civil y la Policía Nacional “trabajan con extraordinaria profesionalidad y proporcionalidad” para evitar que los intentos de entrada se traduzcan en el acceso de personas de forma clandestina. Sin embargo, lanzó un mensaje recordando que los inmigrantes son también víctimas, concretamente del “tráfico criminal al que se dedican esas mafias que abusan de su necesidad, y en muchas ocasiones de desesperación”, ya que son “personas engañadas y manipuladas que buscan en Melilla y Ceuta, y por tanto España y Europa, un lugar donde vivir con la dignidad que les corresponde como personas”.

El ministro, tras recordar que la Policía Nacional y la Guardia Civil son las instituciones más valoradas por los españoles, tal y como refleja el barómetro del CIS, salió en defensa una vez más de la Benemérita por la actuación que llevó a cabo en Ceuta el 6 de febrero, día en que se produjo la muerte de 15 inmigrantes que trataban de entrar a nado en la ciudad.

Ayer, día en que se cumplió un mes de aquellos hechos, el ministro manifestó nuevamente su “dolor” por esa “tragedia”. Sin embargo, volvió a salir en defensa de la actuación de la Guardia Civil el 6 de febrero porque “no hizo mal nada”. Nadie hasta ahora ha demostrado lo contrario al ministro, que dejó claro que “acusar como se ha acusado a la Guardia Civil en los términos en que se ha hecho es absolutamente injusto e inmoral”. No en vano, recordó que en los dos primeros meses del año, la Benemérita ha rescatado en el mar a 209 inmigrantes irregulares, que se suman a los 3.454 rescatados en todo el año 2013.

También insistió en que el Gobierno y la Guardia Civil están actuando “plenamente en el marco de la Ley”, y en este sentido negó que se estén produciendo las denominadas “devoluciones en caliente”, un término que “no existe jurídicamente ni de hecho o derecho” porque “una persona que no ha entrado no puede ser devuelta”.
“Sí ha habido casos puntuales en los que se ha aplicado otra situación, que es el rechazo en frontera”, especificó el ministro tras recordar que la Guardia Civil actúa en la frontera por un concepto operativo que se mantiene vigente desde el año 2005. Además, reiteró que si un inmigrante entra en España, se aplica la Ley de Extranjería y es puesto a disposición del Cuerpo Nacional de Policía, que desarrolla el protocolo establecido.

La Unión Europea
El ministro también lanzó un recado al resto de los países que forman parte de la Unión Europea. “Con el esfuerzo que se hace desde aquí se está contribuyendo a garantizar la seguridad de los estados miembros, que han de manifestar esa solidaridad y responsabilidad compartida en términos de recursos y medios humanos”. Se refirió concretamente Fernández Díaz a los 45 millones de euros que pidió el lunes en Bruselas a la comisaria del Interior, Cecilia Malmström, para acometer con eficacia la presión migratoria que sufren Ceuta y Melilla. Así, avanzó que ha acordado con Malmström crear equipos conjuntos de su comisaría y el Ministerio del Interior para trabajar con carácter inmediato en este sentido.

No obstante, reiteró su invitación a la comisaria del Interior para que visite Ceuta y Melilla y “hable con debido conocimiento de causa” tras ver la situación que ambas ciudades atraviesan, “sometidas a una fortísima presión migratoria”. Ambas “deben ser correspondidas con esa responsabilidad y solidaridad compartida por la Comisión Europea”, dijo el titular de Interior, que recordó que hay 40.000 inmigrantes esperando en Marruecos para entrar a Ceuta y Melilla, a los que se suman otros 40.000 que hay en Mauritania con ese mismo objetivo. Cifras que coinciden con las que maneja su homólogo marroquí, con el que se reunió días atrás en París.

Finalmente, reiteró el mensaje que ya dio el día anterior en Ceuta, al subrayar la necesidad de abordar la inmigración clandestina como una política de Estado. Por eso llamó al sentido común y la responsabilidad, ya que “no es coherente que la inmigración sea tratada como una política europea si previamente no somos capaces de tratarlo en España como una política de Estado”.

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