Tengo que reconocer que me ha costado “arrancarme” y ponerme a escribir sobre algo que no me hubiese gustado hacerlo nunca, como garantía de que ese nuevo acto criminal terrorista injustificable “no se había producido”. Uno más por la inestabilidad que se está filtrando en nuestras sociedades por culpa de unos elementos radicales, en este caso concreto de Francia, al parecer yihadistas asesinos sin escrúpulos que hacen que la estructura de nuestro orden social se desestabilice.
De ahí radica la importancia de mantener los controles fronterizos precisos fuera de la UE para evitar sorpresas mayores.
Dicho lo anterior, y coincidiendo bastante con unas declaraciones en MH de Toni Roderic de los Verdes donde apostaba por medidas más sociales y cercanas a los ciudadanos, siento no coincidir con su idea de eliminar la valla de Melilla, tal como está las cosas hoy día, pregunto ¿Qué sería de Melilla sin ella en poco tiempo?, una valla o barrera de separación más humanizada sí, por supuesto, pues además, está demostrado que aun con las cuchillas tan dañinas pasan al lado español muchos inmigrantes “ilegales”, los terroristas no saltan vallas, viven entre nosotros, la mayoría de ocasiones conviven y trabajan junto al resto, hasta que les llega la ¡Orden de matar “por Alá”, por la “supuesta liberación en su día del País Vasco” o por la lucha contra “el infiel”!
Me uno al dolor de familiares, amigos y ciudadanos franceses que han padecido recientemente ese terrible atentado contra la revista satírica Charlie Ebdo y me uno también con toda la prensa libre en general y la libertad y el derecho de opinión.
No hay que confundir, cosa que desgraciadamente les ha faltado tiempo para hacerlo a otros radicales galos y arremeter contra propiedades o centros religiosos musulmanes o islamitas de bien, el odio es lo menos aconsejable. En estos casos es mucho mejor que impere la unión y la cordura se tenga la ideología democrática que sea. La meta es difícil, pero no inalcanzable con la cohesión necesaria y precisa entre los estados, pueblos y humanos de bien, inconfundiblemente estoy convencido que somos muchísimos más que los “descerebrados asesinos”.
Estoy con Samir Mohamed, Presidente de la Asociación Islámica Bard y también con Salima Abdeslám (apellido de un ex cuñado mío melillense ya fallecido y de dos hijos suyos). Ambos se han pronunciado con acierto denunciando el terrible atentado y han manifestado frases como: << Son asesinos que se representan a ellos mismos>> o bien << no hay ninguna religión que diga que se deba matar, asesinar o ejecutar, más bien todo lo contrario>>, lo digo por el grito de esos dos hermanos terroristas mientras disparaban matando diciendo “Alá es grande”, por supuesto que es grande y estoy convencido de que no os han ordenado MATAR, eso os lo han metido en vuestro cerebro quienes os han instruido allá por Siria o Irak, sean de Al Qaeda o del EI.
No comparto para nada las manifestaciones del actor Wili Toledo, entre otras impresentables opiniones, va el tío y dice que el “video del terrorista rematando al policía francés en el suelo parisino es un burdo montaje”, creo que en nuestro cine los hay mucho más cuerdos.
Hablando de fechas a recordar, por desgracia, me uno al dolor de todas las personas que han ido perdiendo seres querido a lo largo de la historia por culpa de indeseables salva-patrias, o por “mandatos de algún supuesto Ser Divino”. No lo hemos vividos casi ningunos de los españoles actuales, pero, aquel 17 de julio en Melilla la adelantada donde comenzaron las matanzas y asesinatos de las tropas sublevadas franquistas y ya posteriormente siguiendo con 18 del mismo mes en adelante muchas muertes de patriotas españoles de uno y otro bando dieron con sus vidas en los campos de batalla, por culpa del mayor terrorista gallego y español, sucediéndose luego multitud de fusilamientos también de una y otra parte, más contabilizados los del bando nacional claro está por destrucción de documentos de la parte republicana por parte de los mandos franquistas, mas de 600.000 personas posiblemente durante el conflicto y en la posguerra unas 150.000 ajusticiadas (sin justicia) o asesinadas, muchas desaparecidas y Dios sabe dónde estarán, para los que mandan “no existe la memoria histórica”, pero sí “El Valle de los Caídos”, tienes “güevos” la cosa.
Otras matanzas terroristas a recordar sus fechas y esos actos criminales, como la de ETA en Hipercor el 19 de junio de 1987, 21 muertos y 45 heridos de gravedad. El 11 de septiembre del 2001, ¿Quién no recuerda aquellos aviones guiados por asesinos y las Torres Gemelas de Nueva York?, 2973 muertos y unos 6.000 heridos ¡Que barbarie!
Los atentados de Atocha, la mayoría también estudiantes o personas que acudían a su jornada laboral diaria, estos no fueron de la ETA por más que nos lo quisieron meter con calzador Aznar, Acebes y algún diario afín a la causa PPopular. Fueron también una corriente Islamita radical asesina, unos 200 muertos creo recordar y 1.400 heridos.
Lo de estos días en Francia nos recuerda todo lo demás, pero, no hay que confundir “churras con merinas”, ni “el tocino con la velocidad”. La situación no puede ser más dramática, pero es un reflejo de la ruptura de fondo de la sociedad francesa en este caso, con el peligro cierto de que se produzcan venganzas y actos de islamofobia, como los sufridos en los dos últimos días en esos tres centros musulmanes. Una islamofobia que se extiende por Europa, con mucha relevancia en las concentraciones del movimiento Pegida en Alemania. Por eso es necesario que los dirigentes políticos franceses y de toda la UE, estén a la altura para evitar que al traqueteo de los fusiles de los asesinos suceda el odio de las palabras y los gestos. Apostemos todos juntos por la compresión y la paz en todo el mundo y los primeros en dar ejemplo deberían ser precisamente en primer lugar los países más poderosos. Del desenlace final y ojala no vaya a más, ya informarán los periodistas, de momento, a esta hora de la tarde/noche existen muchas contradicciones y noticias confusas sobre el número de muertos tanto en el supermercado judío, como en la imprenta ¡Que paradoja, los hermanos de la matanza muertos en una imprenta!
A mi desde luego no me satisface, ni congratula ninguna muerte sea d quien sea, pero, indudablemente unos “la buscan” y otros por circunstancias ajenas “se la encuentran”. Triste, muy triste todo esto comenzando el año nuevo 2015.
