Lucía Geysels completó un gran partido con el Club Voleibol Melilla, con 15 puntos y 7 bloqueos
El Club Voleibol Melilla se quedó con la ‘miel en los labios’ en el duelo final por el ascenso a la Superliga Femenina ante el Santa Cruz Cuesta Piedra de Tenerife, anfitrión de la competición, con el que perdió este sábado por 3-1 en un encuentro muy igualado y emocionante hasta el final, tras unos parciales de 25-23, 25-22, 25-27 y 25-20. Precisamente, el cuadro tinerfeño y el Barça Voleibol son nuevos equipos de la Liga Iberdrola y este domingo se medirán en la gran final (13’00 horas) para dilucidar al campeón de la Superliga Femenina-2, mientras que las ‘Gladiadoras’ se medirán al MCR Premiá de Dalt por el tercer y cuarto puesto (11’00 horas).
Las melillenses pagaron muy caro su mal inicio en el primer set, ya que cometieron bastantes errores y lo aprovechó el cuadro tinerfeño para adquirir amplias diferencias (15-7), aunque cerca estuvo el equipo de Mariano Riganti de remontar la primera manga, ya que en cuanto mejoró sus prestaciones, sobre todo en el bloqueo y en el bloqueo, llegó a situarse con un ajustado 24-23, pero finalmente el Santa Cruz Cuesta Piedra cerró el parcial (25-23).
La segunda manga fue de gran igualdad, con cortas ventajas de ambos conjuntos que pronto fueron neutralizadas, por lo que el set se resolvió en los puntos decisivos, favorable al Santa Cruz Cuesta Piedra por su gran pegada en ataque (25-22).
La igualdad continuó en el cuarto juego, aunque el conjunto local volvió a distanciarse en la recta final (24-20), pero las melillenses no se rendieron y consiguieron levantar cuatro bolas de partido, con el saque de Agus Luengas, para remontar el set (25-27) y meterle toda la presión a su rival.
Con la moral a tope, el Club Volibol Melilla comenzó fuerte el cuarto set y parecía que forzaría el desempate, tras un gran inicio de 1-5, pero el Santa Cruz Cuesta Piedra no se vino abajo y con una gran defensa y bloqueo comenzó a recortar la distancia e igualar el choque (8-8), igualdad que se mantuvo hasta el 19-19.
Fue entonces, cuando el Club Voleibol Melilla estuvo desacertado y el anfitrión lo aprovechó, espoleado por el apoyo de su público, para sentenciar el choque (25-20) y ascender a la máxima categoría del voleibol nacional.
En resumen, el plantel de Mariano Riganti vendió cara la derrota y se marcha apenado consciente de que las bajas sensibles por lesión, de última hora, de Ana Muñoz y Nerea Rodríguez han condicionado a su equipo para intentar conseguir el ascenso.
