Cuando aún no se ha olvidado la concentración motera que tuvo lugar el pasado fin de semana en la ciudad, la Asociación de Policías Motoristas (APM) Ángeles Guardianes de Melilla recibió ayer a un grupo de socios del Club Goldwing Casablanca compuesto por 34 personas que venían a bordo de 23 motocicletas. Cuando aún no se ha olvidado la concentración motera que tuvo lugar el pasado fin de semana en la ciudad, la Asociación de Policías Motoristas (APM) Ángeles Guardianes de Melilla recibió ayer a un grupo de socios del Club Goldwing Casablanca compuesto por 34 personas que venían a bordo de 23 motocicletas.

Los motoristas marroquíes llegaron a la ciudad algo más tarde de lo previsto. Aún así, desde Ángeles Guardianes le esperaron para acompañarles a hacer una ruta por la ciudad y hacerles entrega de una placa en su sede, ubicada en el Cargadero del Mineral. Tampoco faltó una comida de hermandad entre los motoristas melillenses y los del país vecino en el Pub Fusión del Puerto Deportivo.

Tal y como indicó Ramón Carrasco, secretario de la APM Ángeles Guardianes, a MELILLA HOY, el Club Goldwing, que engloba a todo Marruecos aunque está ubicado en Casablanca, ha hecho esta visita a la ciudad después de no haber podido estar en la II Concentración, habida cuenta de que los motoristas marroquíes tenían ya una ruta planificada por Alhucemas y Tánger, por lo que les fue imposible acercarse hasta Melilla.

Sin embargo, ayer sí que se vinieron a la ciudad. "Hablar del Club Goldwing de Marruecos es como hablar del Club Ferrari en España", dijo Carrasco para explicar el tipo de motos que ayer pudieron verse por Melilla. Con esta primera toma de contacto, Ángeles Guardianes y el Club Goldwing no descaran realizar visitas a uno y otro lado de la frontera.

Así, tras disfrutar de Melilla, de los Ángeles Guardianes y de la gastronomía melillense, los integrantes del Club Goldwing Casablanca volvieron a su país. Eso sí, seguro que próximamente los melillenses podrán ver estas potentes motos por las calles de su ciudad.