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Una feria distinta e incomprendida

Luces fiestas patronales de Melilla

Melilla dio ayer inicio a sus fiestas patronales. Una feria muy distinta en todos los sentidos (fechas, ubicación, concepto…) que ha provocado una cascada de críticas en las redes sociales antes de su inauguración. Ello evidencia que estas fiestas patronales organizadas por la Ciudad Autónoma han sido incomprendidas por la población, bien porque son incomprensibles en sí mismas, o porque no se ajustan en nada a nuestras tradiciones.
Todos sabemos que la pandemia dificulta una feria como las de siempre, con sus casetas, sus atracciones y actuaciones. Pero la opinión generalizada que se palpa entre quienes han dado su opinión en las redes sociales es que lo que ha preparado el área de Cultura no es nada que se parezca a la feria melillense, empezando por la fecha, pues en circunstancias normales, las fiestas patronales habrían sido la semana que viene para hacerlas coincidir con el día de la Virgen de la Victoria, el 8 de septiembre. Nunca antes ha empezado una feria un jueves, sino que la tradición marca que sea en fin de semana. Ni tampoco es habitual que las actividades empiecen antes del encendido de las luces e inauguración oficial, como sucedió ayer.
Otro cambio: la ubicación. Porque, aunque el Parque Hernández ha acogido durante décadas las fiestas patronales de Melilla, en 2008 se trasladaron a la Plaza de San Lorenzo con un amplio consenso social, conscientes del daño que provocaba la Feria al principal pulmón verde del centro. La feria vuelve en este 2021 al Parque Hernández, a riesgo de que vuelva a sufrir deterioro, y sin que el recinto natural haya sido preparado ni decorado para las fiestas patronales. “Ni un toldo, ni unas sombrillas de colores… ¿Quién va a ir con la solanera de las cuatro de la tarde al parque a ver un concierto local?”, se podía leer en uno de los muchos comentarios vertidos ayer en las redes sociales en cuanto se publicó la programación de actividades. Hay quien no duda de que, detrás de esta decisión, hay motivos políticos para no seguir la estela del anterior Gobierno del PP al llevar la feria a la explanada de San Lorenzo.
La decoración que le falta al Parque Hernández está en la Avenida Juan Carlos I, otra cuestión que tampoco ha sido muy entendida, máxime cuando allí no habrá ninguna actividad de feria. Por eso, hay quien hubiera apostado por instalar esos farolillos y luces en el parque si es allí donde se ha pretendido concentrar la programación de las fiestas.
Probablemente la base de estas críticas es que estas fiestas tienen demasiadas novedades que impiden reconocer la feria que todos los melillenses hemos disfrutado desde niños. Y, aunque es verdad que la pandemia dificulta que se pueda celebrar como a todos nos gustaría, esa crisis sanitaria no puede ser la excusa para que el Gobierno reinvente la Feria de Melilla de una manera unilateral y sin consenso, quizá para que se note el cambio. Las tradiciones son importantes y deben ser respetadas. Es de suponer que eso el Gobierno lo entiende, pues una amplia mayoría ha venido luchando por esa idea en los últimos años para otras festividades.

Redacción

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