Un oscuro cielo adornado por una amable telaraña tejida con kilómetros de serpentina, una ciudad habitada por seres fantásticos de toda clase, y un hambriento fuego ‘devorando’ de forma voraz un finado pececito entre los sollozos y los bailes de los apesadumbrados.
Este es el fantástico mosaico que ha reflejado la ciudad de Melilla este sábado con la Cabalgata que ha puesto el broche de oro a los Carnavales en la localidad norteafricana. Una cabalgata mágica compuesta por una mezcolanza de personajes extraídos de los cuentos más mágicos: hadas, duendes, piratas, indios, vaqueros, barbies, figuras de lego, spidermans, cabezudos y una Diosa del Carnaval que ‘ha reinado’ radiante sobre todos ellos desde lo alto de su carroza real.
“Una participación histórica”
Al final, ni el viento ni la lluvia se han atrevido a ensombrecer una mágica noche de Cabalgata final de Carnaval que ha contado con una “participación histórica”, con “más de 600 personas entre los miembros de los pasacalles y grupos disfrazados que están confirmados”. Además de los 16 pasacalles, entre ellas la especifica del Entierro de la Sardina, y 2 carrozas, así como todos los grupos que han solicitado participar en la cabalgata itinerante.
El tradicional Entierro de la Sardina frente a las puertas del Palacio de la Asamblea ha puesto la guinda a una noche especial en la que el denso humo del fuego se ha mezclado con los destellos de las estrellas más brillantes.
