Un fin de semana de colas

Los melillenses que han pasado a Marruecos estos días de Feria se están encontrando con verdaderos problemas en la vuelta a Melilla Los melillenses que han pasado a Marruecos estos días de Feria se están encontrando en la mayoría de las jornadas con verdaderos problemas en la vuelta a Melilla, dado que en muchas ocasiones han tenido que soportar largas colas para acceder a nuestra ciudad. Pero, quienes lo han sufrido, aseguran que lo ocurrido este viernes fue "el no va más", dado que las retenciones eran enormes tanto a pie como en vehículo, de dos horas y media en las "horas punta".

Según denuncian, la entrada a Melilla se realizó "a cuenta gotas", "un vehículo de cuando en cuando", lo que originó largas esperas, que para muchos se hizo insoportable. "En la tierra de nadie los ánimos de la gente estaban muy caldeados" afirman.

Esta situación no parece que vaya a remitir porque llegan los días más fuertes de la Feria, el sábado y el domingo, jornadas que aprovechan cientos de marroquíes para ir a la Feria a disfrutar de nuestros festejos, de sus atracciones, de la compra de las bolsas de turrón, comer los típicos churros con chocolate o té, el juego en las tómbolas o cualquier de los otros atractivos que tiene el recinto ferial.

Los controles de la Policía Nacional están siendo estrictos y comprueban todos los documentos de las personas que pasan, incluso a través de los ordenadores que disponen en sus garitas para ver si tienen alguna requisitoria o cualquier otro tipo de incidencias. Otro tanto ocurre a pie, donde a ciertas horas permiten el paso de familias o personas mayores, mientras a los jóvenes marroquíes les exigen el visado, lo que significa casi en el 100% de los casos su rechazo. Estas negativas a dejarles pasar provoca protestas y que se originen "tapones" a la hora de acceder a Melilla.

La seguridad es primordial y esta va ser la tónica predominante en lo que queda de Feria, sobre todo teniendo en cuanta que llegan los días con más afluencia y por consiguiente los más complicados en lo que al control de la seguridad se refiere. A ello hay que unir el inicio de la "Operación Feriante", que tratará de que ningún aspirante a polizón se cuele en los barcos escondidos dentro de las atracciones.

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