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Un día que emborronó la seguridad de la Feria

Es necesario distinguir entre las familias marroquíes que vienen a disfrutar de la Feria e incluso de los jóvenes que llegan con intenciones de pasarlo bien, de otros elementos a los que se les ve a dos leguas que su objetivo es armarla La Feria ha terminado y con ella nueve días de celebración en la Plaza Multifuncional de San Lorenzo, con la asistencia de miles de personas desde que el pasado 30 de agosto se diera el pistoletazo de salida a esta festividad. Nueve días que han estado marcados por una gran asistencia, sobre todo los fines de semana y las jornadas en las que hubo ofertas, como el día de la tapa -bebida más consumición costaban a un euro- o el día del niño -las atracciones tenía una rebaja de un euro sobre su precio inicial-.

Hasta el sábado 6 de septiembre, la seguridad fue modélica, a pesar de los infundados rumores de los primeros días, que hablaban de una violación e incluso de cosas peores, que se propagaron a través de las redes sociales.

Sin embargo, llegada esta penúltima madrugada, todo lo bien que había ido la Feria en materia de seguridad, se emborronó con una noche para olvidar pero no para repetir en sucesivas ediciones de estos festejos tradicionales. Esa noche se produjeron varios sucesos, de los que dimos cuenta en nuestra edición de ayer, principalmente estos: una agresión con arma blanca a un hombre en el tórax durante una riña, otro individuo al que 'cortaron' la cara con un vaso y un policía local herido al alcanzarle con un objeto contundente, además de la quema indiscriminada de contenedores, entre otros hechos.

Todo coincidió con el día en el que hubo más permisividad en la frontera, lo que propició que se registrara la mayor afluencia de toda la feria. Pero estaba visto que no todos venían con intenciones de divertirse sanamente porque esa noche las tiendas que ahora tanto están apareciendo de venta de alcohol hicieron su particular "agosto". Por ello es necesario distinguir entre las familias marroquíes que vienen a disfrutar de la Feria e incluso de los jóvenes que llegan con intenciones de pasarlo bien, de otros elementos a los que se les ve a dos leguas que su objetivo es armarla.

Para años venideros, habrá que tener especial cuidado con el último sábado de Feria, porque es el día que suelen elegir muchos para venir y no con las mejores intenciones que digamos. Nuestra seguridad está en juego.