Yo no entiendo la fijación, manía o fobia, que “El Guerrero del Antifaz”, le tiene a los trabajadores del Cementerio. Yo creo que como los juicios de valor que hace, por lo falaces que son, no le cuestan un duro, ya que son gratuitos, no hay más remedio que replicarle con una pequeña dosis de entendimiento. Debo decir que en mis periódicas visitas al Camposanto, créanme que siempre lo he encontrado muy limpio, y su mantenimiento, creo que es el adecuado. Aunque si plantaran algún árbol de hoja perenne, como ficus, ciprés o naranjas cachorreñas en los patios, muchas personas lo agradecerían, pero no como él dice, que está descuidado y falto de limpieza; de eso nada. Al encargado, señor Mariano, siempre lo he visto en su puesto, o alejado a pocos metros del mismo, y a la vista de todas las personas que visitan el camposanto; y su amabilidad es la misma que tienen los obreros a su cargo, y cualquier pregunta que se les formule la responden con educación, diligencia y precisión, llevándote al lugar exacto que has preguntado. Al menos es lo que yo siempre percibo. Dice el chavó que: “…. Muchos melillenses que viven fuera de aquí han encontrado la ciudad muy sucia, más insegura, y los festejos muy flojos de afluencia”. No sé, este tío, de donde coño se ha sacado esa información para decir, que los que vivimos fuera hemos encontrado la ciudad sucia e insegura, y también que se encuentra en horas bajas. Yo soy un melillense que vivo fuera, y les puedo asegurar que siempre encuentro Melilla limpia, como otras muchas de la Península: me refiero al Centro y algunos barrios que me he pateado en este último viaje; y si es El Pueblo, que está hecho un pincel, creo que es la envidia de muchas ciudadelas antiguas, porque está precioso, y es la verdad, ¡joder!; y por eso mismo habría que felicitar al señor Vallés, Presidente de la Fundación Melilla Ciudad Monumental, y a todo el personal que ha hecho posible ese remozamiento de los antiguos recintos. Y sobre la Procesión, ¡ay!, dichosa procesión, de Ntra. Sra. de la Victoria, Alcaldesa Perpetua, y Patrona de la Ciudad que yo, humildemente creo que es la única, la genuina, la auténtica Dama de Melilla.
Quizás este “Guerrero del Antifaz”, no se ha percatado de que este periódico lo leen muchas miles de personas en todo el mundo, y por eso yo le aconsejo que sea más comedido y moderado en sus manifestaciones contra la limpieza de las calles de la ciudad y de su Cementerio de La Purísima, porque si ahora que andan los políticos, y los amantes del Patrimonio, reclamando que Melilla sea declarada Patrimonio de la Humanidad, estarán muy cabreados con él, porque yo lo estaría, y creo que con toda la razón del mundo; y es por el flaco favor que le está haciendo a esa organización de la ciudad, ciudad que lo ha acogido en su seno, como un hijo más, y le ha proporcionado un curro decente, que muchos, que ya han terminado sus carreras, y sus tesis, quisieran para sí mismos. Yo creo que ante la falacia que desprende en cada uno de sus artículos, en contra de los currantes del Cementerio, que son eso, funcionarios trabajadores, y de todo lo que a él no le cuadra de la ciudad, yo le recomiendo que retire la figura del “Guerrero del Antifaz” con el espadón, y coloque en su lugar una sábana con dos boquetes, y que sea lo más parecido a un travieso fantasmita. Al menos quedaría más divertido. A mí, desde que me metieron en este rincón, cosa que agradecí en su momento, me lo paso cojonudamente; y créanme que lo tengo, como decía mi madre: como los chorros del oro.
Y como estamos en el Cementerio, por enésima vez reivindico que el mismo sea declarado: “Cementerio Nacional de Héroes”; y también que a Melilla la declaren “Patrimonio de la Humanidad”. Qué orgullosos estaríamos los melillenses, los que guardamos las esencias longitudinales de nuestra idiosincrasia peninsular-española, con la cultura europea, la que siempre nos ha caracterizado, si alguna vez esa aspiración se culminase en realidad. Pues que así sea. Amén
