Además subrayan que “el INGESA ha tolerado los abusos de Delgado y nunca investigó ni abrió expediente disciplinario” al trabajador sanitario
La situación de Jesús Delgado Aboy en la presidencia del a sociedad púbica Proyecto Melilla S.A. (Promesa) es cada vez más insostenible después de que este periódico destapara que no contaba con la compatibilidad necesaria para ejercer, en la misma franja horario, el cargo de responsable de esta entidad con la de médico del Hospital Comarcal, incluyendo viajes y demás en horas la que se le presupone que debe estar atendiendo a sus pacientes de otorrinolaringología. Su continuidad en la sociedad está en el aire porque a pesar de sus intentos de conseguir la compatibilidad, “esta no llega ni llegará”, señalan fuentes de la oposición, al resaltar que es evidente que trabajar como facultativo en el centro sanitario y al mismo tiempo presidir Promesa se hace imposible sin ese requisito legal.
El código disciplinario de los empleados públicos, según las citadas fuentes, castiga la infracción de las normas sobre incompatibilidades como falta muy grave o grave. En este sentido, han explicado que “es muy grave el incumplimiento de las normas sobre incompatibilidades cuando ello dé lugar a una situación de incompatibilidad, y es falta grave el incumplimiento de los plazos u otras disposiciones de procedimiento en materia de incompatibilidades, cuando no suponga mantenimiento de una situación de incompatibilidad”.
Al respecto, han añadido que Jesús Delgado habría cometido presuntamente las dos faltas: “una falta grave por no solicitar la compatibilidad para ejercer su función como Diputado, y una falta muy grave por incurrir en una situación de incompatibilidad como presidente de Promesa” han detallado.
Pasividad de INGESA
Pese a la gravedad de estas conductas, de confirmarme las mismas, las fuentes de la oposición han destacado que “el INGESA ha tolerado los abusos de Delgado y nunca investigó ni abrió expediente disciplinario. Pero lo peor de este asunto -han añadido- es que Delgado se marchaba de su puesto de trabajo sin justificar que sus ausencias estaban motivadas por reuniones del Pleno o de las comisiones de la Asamblea”. Según fuentes de la oposición, Jesús Delgado “nunca justificó con certificados del Secretario General de la Asamblea que sus largas ausencias eran para el desempeño de su cargo de Diputado”.
Ante este panorama, han apuntado, el director territorial del INGESA y la directora gerente del Hospital “deben explicar por qué se ha dado este presunto trato de favor del diputado tránsfuga y por qué no se ha actuado disciplinariamente contra alguien que supuestamente ha cometido varias infracciones disciplinarias”.
En este sentido, admiten lo ocurrido es relevante porque, según las citadas fuentes, “ponen en evidencia que el Servicio de Salud del Estado ha omitido los controles mínimos aplicados a los empleados públicos”.
Un historial nada alentador
El historial Jesús Delgado no es nada alentador, han destacado, porque como presidente del Colegio de Médicos “traicionó a sus colegas al gestionar arbitrariamente la corporación y presuntamente administrar irregularmente los fondos colegiales, hechos por lo que tuvo que abandonar la presidencia y se abrió una investigación judicial”. “Y como presidente de Vox -han proseguido- traicionó a sus compañeros políticos y fue expulsado de esta formación política, pero ha mantenido el escaño de diputado para mantener un doble juego inmoral con CPM y el PP”.
“Con este currículum de incumplimientos era lógico que como médico del INGESA no fuera un modelo de funcionario ejemplar. No solicitó la compatibilidad para desempeñar el cargo de Diputado de la Asamblea y tampoco la ha pedido para ocupar la presidencia de la empresa local Promesa” han remachado.
