“Seguimos moviéndonos para conseguir la ansiada Casa de la Hermandad”
Entrevista a Andrés Domínguez, Hermano Mayor de la Cofradía del Humillado
Tras su reelección como Hermano Mayor de la Cofradía de Jesús el Humillado el pasado sábado 20 de noviembre, Andrés Domínguez Catalá desvela en una conversación con MELILLA HOY las líneas que va a seguir al frente de la cofradía, teniendo como principal objetivo conseguir una Casa de la Hermandad.
¿Qué líneas y políticas va a seguir tras su reelección?
La política (que voy a seguir) más que de continuidad es de que podamos realizar las cosas que se han quedado pendientes por estos dos años que se han perdido, en los cuales no hemos podido hacer nada en la cofradía. Hay que pensar que en la junta que entramos solo había una variación de una persona por una que ha entrado y otra que ha salido por razones de que ya no residen en Melilla, y la junta es de continuidad para darle fin a los proyectos que teníamos iniciados y a los que se han quedado en el tintero.
¿Podría decirme alguno de estos proyectos?
Está el de terminar con la restauración del titular de Nuestro Padre Jesús Humillado. Como tarea principal intentar conseguir una Casa de la Hermandad y seguimos moviéndonos por las entidades tanto civiles como militares de Melilla para ver las posibilidades de que consigamos la ansiada y necesaria Casa de la Hermandad.
¿Habéis pedido ayuda a la Ciudad respecto a este punto?
La cofradía desde sus inicios no ha dejado de pedir nunca ayuda. Nos han ido saliendo cosas pero, por desgracia, o han sido cosas temporales o de almacén. Algunas en las que habíamos conseguido entrar tuvimos que devolverla porque entraba en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) su derribo completo. Seguimos ahora mismo dando ideas a los distintos estamentos para conseguir esa Casa de Hermandad.
¿Cómo fue el momento de retomar las actividades en la Parroquia de la Inmaculada Concepción con el triduo solemne tras la pandemia?
Nosotros seguíamos con las limitaciones haciendo lo que son los cultos a la parroquia y los triduos con limitaciones sin invitados. Ahora ya retomamos, y esperemos que la pandemia nos de tregua y podamos retomar (la actividad) en plenitud. La idea que tenemos es preparar las procesiones de Semana Santa cuando pase la Navidad con toda normalidad. Esperemos que exista esa normalidad. En la parroquia haremos el triduo que ya nos toca el 2 de marzo el comienzo buscando la normalidad.
¿Cree que dentro de poco podréis procesionar por las calles?
Nosotros las imágenes las tenemos en la iglesia con lo que no hay traslados, solamente hay un traslado de sede que se hace con discreción porque no es una procesión. Y lo que sí tenemos claro es que cuando se haga el desagravio buscaremos que la gente, no se apelotone. Buscaremos la manera de que llegue toda la megafonía para todos los que estén presentes en la plaza, y para las procesiones haremos desde la agrupación de cofradías las recomendaciones para evitar que haya contagios. Nosotros estamos muy limitados con las procesiones, porque las extraordinarias suelen ser en veranos, y en esta época la gente se va de Melilla. Se van los estudiantes, la juventud y es muy difícil organizar procesiones. Ha habido procesiones extraordinarias por aniversarios, normalmente al Sagrado Corazón, pero ahora mismo no hay prevista ninguna que yo sepa.
¿Las votaciones se hacen presencialmente o por correo?
Las elecciones siempre han sido presenciales, lo que pasa es que ahora se da la circunstancia de que hay personas que están fuera de Melilla y, o se manda por correo, o por certificado o se puede delegar un voto garantizando la veracidad de esa delegación de voto, que es lo que ha pasado porque ha habido ocho votos delegados. Por correo no ha votado nadie esta vez, otras veces sí porque hay gente que está estudiando una carrera en la península y luego participan en la Semana Santa de Melilla.
Hay que estar con los tiempos garantizando el anonimato del voto y la seguridad de ser un cofrade que tenga derecho al voto.
¿Cómo espera que sea este año la ‘Misa del Kilo’?
Empezamos ahora este domingo y terminamos el 19 de diciembre para hacer el reparto normalmente el día de la lotería. Va enfocado siempre a las personas que no piden, que sabemos de familias humildes que están necesitadas en sus casas y que por vergüenza no se acercan a pedir a las entidades que dan alimentos, como a Cáritas o al Banco de Alimentos. Nosotros, por medio del boca a boca, intentamos legar a todos ellos para facilitarles estas fechas un poquito. El año pasado conseguimos 1.800 kilos de alimentos y este año, como siempre, esperamos más. Sabemos que es muy difícil, la gente lo está pasando canutas y con muchas dificultades por todos lados. Pero nosotros vamos a ir con la misma ilusión de intentar conseguir para que a esas familias, desconocidas muchas veces, tengan por lo menos un desahogo con una cesta que les puede durar para uno o dos meses, ya que se les da 50 kilos de comida aproximadamente.