La Consejería de Política Social, Salud Pública y Bienestar Animal ha fumigado el centro Gámez Morón y ha cambiado los colchones y somieres para intentar zanjar el brote de sarna que ha sufrido y que ya adelantó MELILLA HOY el pasado sábado. En total, cinco personas han sufrido un contagio de esta enfermedad, concretamente tres residentes y dos trabajadores, que han recibido ya atención médica.
La consejera Paqui Maeso ha explicado que, en un principio, se pensó que el origen del problema podría ser picaduras de algún insecto procedente de los jardines del Gámez Morón. Eso llevó a fumigar contra pulgones y otros insectos, hasta que el diagnóstico médico confirmó que, en realidad, se trataba de una infección de sarna.
Por ello, este lunes se empezó a realizar una fumigación especializada para poner fin al brote, autorizada por Medio Ambiente, primero en las zonas comunes y la parte inferior del centro, lo que obligó a trasladar a todos los residentes a una planta y a cambiar todos los colchones y somieres. Una vez transcurridas 24 horas, los usuarios del centro han vuelto a ser trasladados para continuar con la desinfección en la zona donde han estado confinados.
El director general de Salud Pública, Juan Luis Cabanillas, ha informado de que los brotes de sarna son muy frecuentes y no solo en centros residenciales, sino en salas de hospitales y “cualquier sitio donde puedan entrar personas” afectadas por esta infección. No obstante, su tratamiento es sencillo y las desinfecciones como las que se han desarrollado en el centro Gámez Morón han demostrado su eficacia.
Este brote de sarna ha afectado a tres residentes del centro, que han sido atendidos por la doctora que presta servicio en el Gámez Morón, y a dos trabajadores, que han recibido asistencia de sus propios médicos de familia.
Maeso ha asegurado que habla muy a menudo con la directora del centro Gámez Morón, que no le ha transmitido las carencias de medios y personal que han denunciado públicamente los sindicatos a raíz del brote de sarna.
