Rotunda vehemencia

Imbroda ha sido rotundo y vehemente al pedir desde Melilla que el Consejo de Ministros apruebe las medidas oportunas que el Gobierno de España está adoptando y "que coja el toro por los cuernos, y de forma contundente, para acabar con estos desalmados" Reacciones de todo tipo está originando estos días la polémica aprobación en el Parlament de la declaración independentista de Cataluña. Una medida que ha despertado, por la importancia que conlleva el desafío soberanista, el lógico interés informativo tanto de medios nacionales como “allende nuestros fronteras”.

La puesta e marcha de la “desconexión' de Cataluña ha sumido a España, sin duda, en una de las situaciones más difíciles, conflictivas e incluso peligrosas de todo el período democrático actual. Valoraciones de todo tipo se producen a diario ante cada nuevo intento por parte de los partidos independentistas de subir un nuevo escalón hacia el estado catalán.

El presidente del Gobierno Mariano Rajoy considera que la mayoría de la sociedad española está unida frente a este desafío y, en consecuencia, desde el primer momento expresó su firme compromiso de defender la unidad de España, desde la unidad de las fuerzas políticas. "No permitiré que esto continúe" y para ello utilizará "sólo el Estado de Derecho, pero todo el Estado de Derecho; sólo la ley, pero toda la ley; sólo la democracia, pero toda la democracia".

De esta forma Rajoy como primera medida ha solicitado el dictamen del Consejo de Estado, con carácter de urgencia, para la interposición del correspondiente recurso de inconstitucionalidad y tampoco ha descartado emprender otras medidas mucho más contundentes, como sería la aplicación del tan cacareado estos días, artículo 155 de la Constitución que llevado a sus últimas consecuencias conllevaría la suspensión de la autonomía catalana. Y lo haría en base al convencimiento y la seguridad de que los españoles exigen que prevalezca la igualad y la ley, frente a quienes quieren imponer su voluntad por encima de las reglas democráticas y el sentir mayoritario de la sociedad.

Y como no podía ser de otra manera la primera autoridad de la ciudad ha emitido una primera valoración de la situación de una forma circunstancial pero bien clara. De hecho, una vez más el presidente de la Ciudad Autónoma. Juan José Imbroda, ha vuelto a dar muestra de su característico, melillismo, españolidad y patriotismo. Y lo hizo en el transcurso de una recepción a un grupo perteneciente a la Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil , encabezado por su presidente el general López, que se encuentra estos días visitando la ciudad.

Imbroda ha sido rotundo y vehemente al pedir desde Melilla que el Consejo de Ministros apruebe las medidas oportunas que el Gobierno de España está adoptando y “que coja el toro por los cuernos, y de forma contundente, para acabar con estos desalmados”, para añadir y dejar claro que “desde luego Melilla va a seguir siendo española por los siglos de los siglos". Unas afirmaciones, exentas totalmente de ambigüedades, de las que la primera autoridad melillense suele hacer gala cuando se refiere a determinados asuntos que, como en este caso, atentan a la unidad de España. En definitiva, guste o no guste, su posición, alta y clara.

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