Ayer volvía a ser un gran día. Se notaba en los ojos de la gente, de los aficionados al tenis y de los demás. Acudían a raudales, a trompicones, con ganas de ocupar su asiendo de reserva en la pista central de la Caja Mágica. Corrían por si se perdían algo los rezagados, que pasadas las cuatro de la tarde, con los gladiadores ya en la pista peloteando, llegaban con la ilusión de volver a revivir tardes pasadas de gran disfrute y con la esperanza además de «darle caña» al ogro balcánico, al que nuestro tótem tenístico llevaba bastantes meses sin tener siquiera la opción de jugar contra él. Ah! y un detalle que sólo ocurre cuando juega Nadal a esas horas: la gente, incluso los que van con tiempo, ocupan mayoritariamente las gradas antes de estar en el restaurante comiendo y/o tomando café, ¿será para ver y dejarse ver? De todo hay, desde luego, pero en resumen sólo con el ambiente que se respira, casi se amortiza la entrada, cara, por cierto.
Los nervios se relajaron bastante enseguida, porque casi sin darnos cuenta, Nadal ganaba por 4/0, jugando un juego excelente, que en algún momento apabulló al serbio.
Este parece que no estaba en el partido, con bastantes errores no forzados, impropio de él, jugando en general con segundos saques, sus restos no eran especialmente complicados, se quedaban cortos, cabizbajo, intentando dejadas a las que llegaba siempre Nadal con gran rapidez de piernas…
Le costó un mundo a ‘Nole’ lograr por fin el primer juego. Nadal siguió a lo suyo, sin bajar apenas el diapasón y con 6/2 finalizó el primer set. Demasiada diferencia para la alcurnia de ambos tenistas.
En el segundo set, el serbio mejoró tanto, que por momentos se pareció al antiguo número uno del mundo que fue, pero tras empatar a dos en el set, Nadal reaccionó, rompió nuevamente el saque de su adversario y manteniendo el suyo, aunque con cierta dificultad, sobre todo en el último juego con su saque, terminó ganando ese set y el partido. Enorme alegría colectiva por la venganza deportiva del mallorquín, precisamente en este 50 partido de enfrentamientos, donde el balcánico lleva una ajustada ventaja de victorias, 26 a 24, que todos esperamos que no pase de este ejercicio la superación de la desventaja por parte del balear. Hoy más. Ni más ni menos que la final y … reverdeciendo pasados laureles.
