Entrevista a Antonio Miranda, exconsejero de Educación de Melilla
Después de toda una vida dedicada a la enseñanza como profesor, el exconsejero de Educación, Juventud y Deporte de la Ciudad se despide de su profesión como maestro tras 50 años con un último curso en el Colegio Constitución.
- ¿Cómo recuerda su primera clase como profesor?
- Mi primera clase fue en Cortes de la Frontera (Málaga), en una escuela de régimen interno: la Escuela Hogar ‘Guzmán El Bueno’, donde nos quedábamos con los niños los fines de semana y todo. Cuando uno tiene 19 años y va a un pueblo fuera destinado es una ilusión muy grande.
Yo me acuerdo que hice las prácticas en el Colegio Reyes Católicos de Melilla para ser maestro y, al año siguiente, me fui a Cortes de la Frontera. Era muy joven, con 19 años, tenía una experiencia en una escuela con unas características muy especiales porque era una Escuela Hogar, donde estábamos con los niños las 24 horas al día. Dormían allí, hacíamos actividades deportivas con ellos, quedábamos los sábados, los domingos, etc. Y fue una experiencia muy bonita.
Después tuve una experiencia en las islas Chafarinas de maestro en 197, el último maestro de las Islas Chafarinas. Me vino muy bien para estudiar y preparar las oposiciones.
Después aprobé las oposiciones y estuve en Álora (Málaga), Alhaurín El Grande (Málaga) y, anteriormente, en un pueblo que se llama Rociana del Condado (Huelva).
Después vine a Melilla definitivamente en 1981, donde estuve destinado en el Colegio García Valiño, el actual Juan Caro; en el Real, en el Eduardo Morillas, el Velázquez y, desde 1990, en el Colegio Constitución. En este último colegio, estuve desde 1990 hasta 2002 de director.
- Último curso en el colegio que fundó, el Constitución, después de 50 años de servicio como profesor ¿Se le van agolpando los sentimientos y las emociones conforme el curso echa el telón?
- La profesión de maestro es una profesión que tiene un valor muy importante, y para ser maestro hay que tener vocación. Yo he vivido muchas experiencias buenas y últimamente tengo muchas muestras de cariño por parte de los alumnos de este curso porque me quieren y los niños son lo fundamental de un colegio, independientemente de las leyes educativas, que he visto muchas.
Me considero muy satisfecho porque he pasado por todos los sitios. He sido profesor de Primaria, profesor especialista en educación especial, logopeda, consejero de Educación durante muchos años. Que un maestro sea consejero de Educación es muy positivo y permite ver la educación desde otro punto de vista.
En política estoy porque me gusta y por devoción, y yo como político tengo una ventaja, y es que, como soy funcionario, vuelvo a mi puesto de trabajo en el cual ya era funcionario y tenía mi puesto de trabajo. Yo no he vivido de la política por un tema económico. De profesor cobro más que como cuando era consejero de Educación en la Ciudad Autónoma. Y para mí estar 17 años en servicios especiales como consejero y volver a mi colegio en 2019 no me ha supuesto ningún trauma.
Con toda tranquilidad volví a mi colegio sin ningún tipo de problema y satisfecho con la labor que he hecho en la Consejería.
- ¿Cómo se dirigen hacia usted los directores, profesores y alumnos que han pasado por este colegio desde su fundación? ¿Qué consideración le tienen?
- Yo ya tengo alumnos que les he dado clases a los padres (risas) Y he tenido una buena experiencia. Después he tenido la suerte en el Colegio Constitución de tener un buen equipo. El actual director estuvo de jefe de estudios conmigo 12 años y el que va a salir ahora de director en el mes de julio, Juan Antonio Martín González, al cual le deseo mucha suerte, fue profesor en la época en la que yo estaba de director.
- ¿Han sido estos últimos cuatro años como profesor en el colegio que fundó como la guinda a toda una carrera dedicada al mundo de la educación y de la política?
- La vida política ya había terminado para mí como dije (en la última entrevista) en el MELILLA HOY. Soy del PP y seguiré siendo del PP, pero yo creo que hay que saber (ver) el momento en el que no tiene que estar uno.
De todas formas, si el partido alguna vez me necesita estoy a su disposición, pero yo me siento muy orgullos de estar en mi colegio como profesor, jubilarme aquí a los 70 años y terminar los dos meses que quedan sin haber tenido ningún tipo de problemas y estando encantado con la clase en la que estoy.
Ahora tengo mis miras puesta en mi nieta preciosa y en viajar con mi mujer. Tengo la suerte de tener una mujer y unos hijos encantadores, que me han ayudado mucho en el tema político. Porque para poder dedicarte plenamente a la política tienes que tener el apoyo y la ayuda de la familia. Y quiero agradecer a toda la población de Melilla porque se volcó conmigo cuando estuve enfermo de covid-19 y de la legionella.
- ¿Y cómo está ahora mismo?
- Gracias a Dios ya estoy bien. Gracias a la gran labor de los médicos, y he tenido suerte, me he recuperado bien, no me han quedado secuelas y es de agradecer. Soy una persona que creo mucho en la sanidad y en los médicos, y desde aquí quiero darles un fuerte abrazo por las circunstancias que están viviendo con esta huelga.
- ¿Qué va a hacer una vez que llegue la jubilación?
- Soy una persona muy activa y voy a seguir con el tema del deporte. De momento estoy en la directiva como miembro del club ‘Enrique Soler’, seguiré asistiendo a los eventos deportivos, por la mañana empezaré a andar un poquito que siempre es bueno para la salud, y dedicaré más tiempo con la familia.
