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Poner en valor melillenses de pro

Demos su sitio también a estos nuevos valores, junto a otros muchos, que a través del ámbito cultural hacen ciudad allá por donde van, alardeando de sus orígenes melillenses. Produce una cierta tristeza comprobar en ocasiones la ausencia de interés que despiertan en general las noticias de contenido cultural. Es realmente lamentable observar cómo en determinados círculos, los mayoritarios, solamente se consideran prioritarias en los medios de comunicación las noticias, políticas, aunque esta cada vez menos; algunas económicas, por aquello de que nos afectan a nuestros bolsillos; las que se circunscriben al ámbito de los sucesos, por el morbo que normalmente generan, y las deportivas, lo que no está nada mal porque representan un interés por la vida y hábitos saludables. Y si a estas les unimos las del denominado popularmente cotilleo, que ocupan numerosas páginas en papel couché y frecuentes espacios televisivos, qué lugar dejamos para la investigación, la ciencia o la cultura.

Hace unos meses, en concreto, en septiembre de 2016, MELILLA HOY publicaba la noticia de que un joven músico, violinista, melillense, Javier Lupiáñez, había descubierto una sonata, la más antigua de las conocidas hasta entonces, del gran compositor Vivaldi. El descubrimiento se produjo de una forma circunstancial, pero desde ahí hasta lograr autentificar su origen y autoría, supuso un arduo trabajo por parte de su descubridor melillense. La noticia, que en su día causó conmoción en medio mundo, lo mismo que la hubiera causado el descubrimiento de un nuevo Rembrandt, Leonardo Da Vinci, Picasso o Rubens, en Melilla tierra natal de Lupiáñez no pasó más allá de la nota publicada por nuestro diario.

Y es que la falta de interés que provocan en la ciudad, unida a una evidente desidia, determinadas situaciones nos aleja de esas otras poblaciones donde por mucho menos ponen en valor a sus ciudadanos de pro, como si de un reto se tratara. En este caso concreto, al menos, la consejera de Cultura Fadela Mohatar, se ha preocupado de aprovechar una estancia del músico en Melilla para gestionar una próxima actuación de Lupiáñez con el grupo Scaramuccia, que dirige y con el que en la actualidad gira por la Unión Europea, para ofrecer un concierto en el Kursaal.

Ayer, publicábamos la aprobación en sesión plenaria del Ayuntamiento de la capital onubense del investigador melillense Antonio Martínez Navarro, como Hijo Adoptivo de Huelva, por su autoría, entre otros trabajos, de la Gran Enciclopedia de Huelva. Pongamos en valor a estos nuevos melillenses, no todo se circunscribe a Enrique Nieto, que no era melillense, o Arrabal. Demos su sitio también a estos nuevos valores, junto a otros muchos, que a través del ámbito cultural hacen ciudad allá por donde van, alardeando de sus orígenes melillenses.

Y hablando de Cultura ayer arrancaban los primeros datos y novedades de la próxima edición, la novena, de la Semana de Cine de Melilla, con el patrocinio de la Consejería de Cultura y la impecable dirección de Moisés Salama, por cierto otro melillense que con una gran trayectoria y peso específico en festivales como el de Málaga o en circuitos internacionales de cortometrajes, pone cada año su experiencia al servicio de su tierra natal.

Un evento cinematográfico, el melillense que rentabiliza su, en cierta medida, modesto presupuesto para ir afianzando paso a paso su hueco en el panorama de festivales españoles del séptimo arte y que permite durante una semana, en esta ocasión del 15 al 21 de mayo, a los ciudadanos residentes en Melilla disfrutar de los títulos más punteros y actuales supliendo con ello la carencia cinematográfica que sufre la ciudad al disponer de una única sala de proyecciones.