El espacio digital La Rueda de MELILLA HOY Premium recoge esta semana una tertulia muy interesante sobre el recorrido político de un melillense, que ha pertenecido durante 20 años al PSOE y otros 20 a CpM, muy conocido en la Ciudad por su carrera profesional en la UNED, y por sus colaboraciones habituales en nuestro medio, como es Pepe Megías.
Un coloquio traído de la mano del Editor y Presidente del MELILLA HOY, Enrique Bohórquez López-Dóriga, al que también acudió el director del periódico, Mustafa Hamed.
El encuentro comenzó con la frase de Bohórquez: “Uno puede querer pasar de la política, pero la política no pasa de ti”, dando paso a Pepe Megías, que durante la Rueda, hizo un gran recorrido de su intensa vida política, y contó varias anécdotas, que no pasarán desapercibidas para muchos de nuestros lectores y que podrán escuchar completa en la página web www.melillahoy.es.
Por su experiencia, Megías está seguro de que el problema que tenemos hoy en la ciudad, es que existen muchos políticos que no saben “nada” de política, algo que le preocupa permanentemente.
“No existe el diálogo; el saber aceptar al que tienes enfrente… en definitiva, lo que es el silogismo. Hoy en día el lema es ‘estás conmigo o contra mí’, y eso no es política”, asegura.
La promesa de la Consejería de Hacienda
Como ejemplo, relata la acusación que cierne sobre su supuesto “enfado” con CpM, porque “no le quisieron dar un puesto”, algo que niega tajantemente. Explica, que cuando CpM llegó al Gobierno local, él podría haber sido el consejero de Hacienda, porque además de creer que lo hubiera hecho “muy bien”, asegura que Aberchán “se lo dijo”.
Sin embargo, describe que cuando Aberchán lo propuso en sus negociaciones con Eduardo de Castro y Gloria Rojas, “uno dijo que era muy mayor y la otra, que no tenía preparación” (a lo que responde que él, posiblemente, esté más preparado que Rojas o De Castro). Al final, apostaron por Julio Liarte, algo que no entiende, al tratarse de una persona que no comulgaba con la misma ideología del PSOE ni de CpM. Una circunstancia que reconoce “haberle dolido mucho”.
Al respecto, aclara que fue él, en nombre de Coalición por Melilla, quién “negoció” con el Partido Socialista el nuevo Gobierno y que también fue él quien decidió poner en esa mesa a Dunia Almansouri.
Mala gestión
Pepe Megías, que se autodefine como un “foscón intelectual”, admite tener la suficiente capacidad para interpretar las decisiones políticas, porque se lo lee “todo”; desde el BOME, hasta las actas del Consejo de Gobierno o los expedientes de las mesas de contratación, lo que le lleva a ser muy crítico con depende qué actuaciones. Actitud que le reprochan desde muchos partidos.
Entre otras cosas, ha denunciado el gasto de dinero público que los gobernantes gastan “en lo que quieren y no en lo que realmente hace falta”, cuando insiste en que la prioridad “siempre” deben ser los servicios públicos, haciendo alusión a los dos millones de euros que la Administración se ha gastado en las empresas “afines” para colocar a “amigos de o hijos de” y criticando que Aberchán, cuando bajó el paro, salió a decir que fue “gracias a él” y ahora que ha subido, “no sale a decir nada”.
“Melilla tiene un problema gravísimo, y es que este Gobierno no sabe gestionar los recursos, ni los fondos públicos, por lo tanto, deberían irse”. “La gente de Melilla se queja, pero no toma medidas”, y lamenta que si mañana mismo se convocara una manifestación por la “mala gestión de este gobierno y para que se vayan a su casa, acudirían a la Plaza de España solo dos, cuando son miles los que están diciendo que hay que echarlos”, argumenta.
Secretaría General del PSOE
Pepe Megías, dice sentirse engañado por el Partido Socialista de Melilla.
Relata, que se presentó dos veces a secretario general y que ganó una de las veces, pero según cuenta, se enteró de esto a los seis meses, cuando Segura, por entonces presidente de la Gestora del PSOE local, le contó que hubo quienes sacaron algunos de sus votos para “meter más” del otro candidato, el ya difunto Julio Bassets.
“En el yate de Jesús Gil”
Otra de las anécdotas de su andadura política, ocurrió durante los días previos a las elecciones del año 1999, con Enrique Palacios como presidente.
Cuenta que el 30 de abril, quedaron en su casa Aberchán, Uariachi, Palacios y Román Dobaño para las negociaciones de cara a las elecciones. Añade que Imbroda no pudo asistir, pero que quedó con él al día siguiente; momento en el que le explicó haber llegado a un acuerdo con los otros partidos para continuar con el mismo Gobierno, con el propósito de que no entraran en el poder ni el GIL ni el PP. De este modo, el que consiguiera más diputados, se haría con la presidencia de la Ciudad. Imbroda, que no se tomó bien el acuerdo, le respondió que iba “muy deprisa”, temiendo que fuese Mustafa Aberchán el que consiguiera hacerse con el poder.
Por otro lado, narra que en esos días, llegó a Melilla el secretario de Organización del PSOE nacional, Ramón Jáuregui, que ya había pactado con Javier Arenas (PP), para obligar a los socialistas locales a votar a Imbroda y al PP; pero el viernes previo a las elecciones, Megías se reunió en el despacho de Palacios, con Dobaño, que ya había sido advertido de que tenía que votar al PP, y el propio Imbroda. Asegura, que en un momento de la reunión, el popular espetó a Román Dobaño que se dejara de negociaciones, porque sabía que estaba obligado a votarle, a lo que Dobaño respondió que le daba igual lo que hubiesen pactado en Madrid y que él votaría a quien quisiera.
Después de salir del despacho de Palacios, sobre las dos menos cuarto de la madrugada, Megías comenta que se fueron andando por el Paseo Marítimo, para dilucidar qué hacer, y que sobre las tres, recibieron una llamada de Aberchán, preguntándoles si finalmente contaría con su voto y el de Malika Mohamed, la otra diputada que tenían los socialistas en aquel momento. Ellos pensaban que si votaban a Aberchán, irremediablemente entraría el GIL en el Gobierno y eso no lo querían, aunque no se lo dijeron. Después de toda la noche sin dormir, sobre las siete de la mañana, volvió a llamar Aberchán, informándoles de que había recibido una llamada de Jesús Gil y Gil, que le dijo que como los suyos no habían sido capaces de “comprar” a uno del PP, “tras ofrecerle un maletín de tres millones” y no iban a sumar escaños, finalmente el GIL votaría a CpM, “sin ninguna contraprestación”. Tras esta llamada de Aberchán, y pensando que el GIL ya no entraría en el Gobierno, tanto Dobaño como Malika decidieron votarle, ganando de este modo la votación para presidente de Melilla en julio de 1999.
Megías, que dice arrepentirse hoy en día de haber apostado por Aberchán, explica que a los seis meses de esas elecciones, se entera, ya en el gobierno, que “el jueves previo al sábado de dichas votaciones, estuvieron Aberchán, el hermano de éste (Benaisa) y Uariachi, en un yate en Marbella de Jesús Gil, pactándolo todo… y yo me lo tragué”, aclara, asegurando que la pretensión del GIL era mantenerse en el Gobierno local y lo consiguió gracias a ese pacto con Aberchán.
