¡Nene!, deja la coca que es caca y dale la cuca a quica

Creo que está dicho todo con este titular. La coca es caca porque tiene una liada que no merece la pena ser cómplice de ella. Es un mal rollo. Gente en la sombra, viviendo a lo grande, a costa de una mayoría que tiene que robar, mentir, venderse, para seguir alimentando a ese ogro ciego, sin rostro ni corazón, que va por el mundo presumiendo de tenerlo todo y al final no es otra cosa que ruina y malos olores. Caca pura y no de niño. Ni de persona legal que al final huele a pesebre. A estiércol, que abona un mundo de luchas y sinsabores, pero que mantiene la esperanza y la razón humana más allá de los estercoleros y los detritus . Esta caca huele a desesperación, a impotencia y sobre todo a estafa. Esa es la palabra: Estafa… Porque: ¿que da a cambio de los mejores años que son todos?… ¿a cambio de la salud que es una compañera fiel si la cuidas, aunque a veces gaste una mala broma con la moto?… Pero ya se sabe, las motos no tienen sesera y van a por todas cuando el motorista se pasa un pelín del círculo vicioso y vital que nos rodea. Ese es el riesgo que la coca quita, porque pretende dar una falsa seguridad que la vida no necesita, ya que no es parasitaria sino accionar. Equilibrista en un Tío Vivo con colores sudados, y solo por simpatía y coleguismo a tanto trotamundo que van por libre y entregado, la coca había que erradicarla totalmente del tapujo y ventilar la habitación, para que seamos capaces de respirar lo que somos y lo que, con serlo nos alimentamos los unos a los otros. Porque la coca es un tapujo. Negocio pingue para cuatros que se han colado en el rebaño a llevarse la parte del león, mientras que, a tu hermano, o tu hijo, o tu vecina, se la han cargado, sin otra consideración que una sonrisa y la frase coloquial de” estar de moda.” Yo prefiero a la Quica. Está más buena y es más natural. Tiene también sus cosas, pero cuando se le pasan, no te deja la resaca de infiernillos que te deja la nieve. Ni su mono, tiene nada que ver con el mono que la Quica se suele poner cuando se ducha y sale en verano a la calle oliendo a Jabón del bueno y a bocao de niño chico. Por eso deja la coca y coge a la Quica, que estás a tiempo. Aprovéchalo, pues antes de que te des cuenta, te has metido en los cincuenta y eso sí que es una raya difícil de snifar. Sino han sabido vivirse como si no existieran…

Buenos días y Buena suerte Y que la Navidad te alumbre. No solo la calle.

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