“Hemos vuelto al siglo pasado”. “Con la lluvia de millones que nos han vendido los políticos, y resulta que ni agua tenemos, que es lo más básico”. “Sale poca agua del grifo y la que sale, salada como la del mar”. Estos son solo algunos de los comentarios que se han podido escuchar desde el viernes en Melilla en las calles, en los corrillos y en las redes sociales. El hartazgo entre la ciudadanía es total tras la enésima avería en la planta desalinizadora, que ha reducido el suministro diario de agua a apenas cinco o seis horas, como ha sucedido este sábado.
Tal y como ha podido constatar este Diario, y han confirmado varios melillenses, las casas estaban sin agua en los grifos pasadas las nueve de la mañana, a pesar de que la Ciudad Autónoma anunció el viernes que habría agua desde las seis, para volver a cortarla a partir de las dos de la tarde.
Este sábado, en vez de esas ocho horas diarias de suministro, han sido, en realidad, menos, por el retraso de más de tres horas en abrir la llave de paso en las tuberías de la red general. Y, aunque en algunas casas con aljibe no están notando los cortes, en otras que no lo tienen, o que tienen un depósito pequeño, sí deben convivir estos días con reservas de agua en cubos, garrafas y bañeras para sobrellevar jornadas en las que la mayor parte del tiempo los grifos están secos.
Agua muy salada
Esa imagen ha hecho recordar a los melillenses tiempos pasados. Por eso, para muchos ha supuesto un retorno al siglo anterior, con el añadido de que el agua que está saliendo del grifo está muy salada y, en algunos casos, incluso turbia. “Sale poca agua y encima mala. Me pica el cuerpo, esto es insoportable”, dice una melillense.
Otros, en las redes sociales, han optado por enseñar sus cubos y garrafas para suplir el agua ausente del grifo y algunos incluso han decidido tirar de humor animando a los cruceristas que vendrán el lunes a que bajen del barco con garrafas para echar una mano ante la situación que sufre Melilla.
También lo están llevando mal en algunos establecimientos, sobre todo en los hosteleros y en los que parte del trabajo requiere agua, como es el caso de peluquerías, centros de estética y establecimientos dedicados a la limpieza, entre otros.
Su funcionamiento se ha visto muy afectado en algunos casos, al igual que en las viviendas, hasta el punto de que algunos han tenido que cerrar al no poder trabajar sin agua.
Según informaron desde la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir este viernes, tardarán unos días en reparar esta avería localizada en los filtros de arena de la desaladora.
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