El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) ha sido últimamente escenario de varios altercados que han afectado a los vigilantes se seguridad privada, que tratan de garantizar la seguridad en el interior del recinto. Estos trabajadores del centro lamentan el repunte de incidencias que se están dando y que les esté tocando tan de cerca, como el que ocurrió hace unos días, cuando un interno del CETI intentó agredir con arma blanca a varios vigilantes, o el que el pasado lunes tocó al guarda que vigilaba la entrada al comedor.
Respecto a este último suceso, dos vigilantes del CETI aseguraron a MELILLA HOY que la versión que se ha difundido a los medios no se corresponde con la realidad. Según su versión, los implicados eran palestinos, no sirios. Además, explicaron que en las cámaras de seguridad del CETI se puede ver cómo uno de los implicados, de 47 años, originó el altercado porque quería entrar al comedor 40 minutos después del horario establecido por las normas del CETI, ya que acababa de estar en la protesta organizada en la puerta. Cuando se le impidió el acceso al comedor -siempre según la versión de los vigilantes-, este inmigrante se encaró con el vigilante, que “se ve en las cámaras cómo trataba de esquivarlo”. Después el inmigrante “sacó el móvil para llamar” a sus dos hijos, también residentes en el CETI, para que fueran junto a él. “Y cuando llegaron, uno de ellos, que es campeón de kick boxing, le pegó un puñetazo sin mediar palabra al vigilante, que cayó al suelo y estuvo 5 minutos inconsciente y chorreando de sangre”, afirmaron sus compañeros, que lamentaron lo que está sucediendo y dijeron no comprenderlo porque “nosotros hacemos una labor social para ellos”. Además, recuerdan que ellos también sufren la situación que vive el centro, ya que son diez vigilantes para 1.700 inmigrantes acogidos.
