Los Ejércitos de Tierra, del Aire y la Armada están ultimando la constitución de sus unidades de protección frente al acoso sexual y por razón de sexo, cuya finalidad es canalizar las denuncias por este motivo y también a ofrecer asesoramiento y ayuda a las víctimas, siempre de forma confidencial. Según la orden ministerial de Defensa que publica el BOE, las unidades de protección frente al acoso deberán estar constituidas dentro del plazo de dos meses a contar desde hoy viernes, fecha de entrada en vigor de la orden. La unidad de protección frente al acoso será externa a la cadena orgánica de mando y con potestad para tomar las decisiones al más alto nivel en cada uno de los respectivos ejércitos. Estas unidades asistirán a todos los miembros de las Fuerzas Armadas, también a los reservistas en activo, así como a los alumnos de los centros docentes militares.
Según se afirma, ya se ha comenzado a la creación de estas unidades en los distintos ejércitos. En concreto, desde el Ejército de Tierra se asegura que la constitución de su unidad ya está "muy avanzada". Su función principal es proporcionar asesoramiento y apoyo integral a la víctima, realizando labores de protección, control y seguimiento, para lo cual llevará a cabo campañas de sensibilización en todas las unidades y organismos de Defensa, tramitar la denuncia en vía disciplinaria, comunicar a la autoridad disciplinaria las situaciones de acoso, realizar una labor de seguimiento y control de cada caso, proponer medidas inmediatas de protección a la víctima y recopilar datos estadísticos para hacer memorias anuales.
Un médico y psicólogo en cada unidad
Cada unidad de protección estará compuesta por un jefe de unidad con el nivel orgánico al que corresponderá la dirección y coordinación y entre su personal contará con militares de las distintas escalas y del Cuerpo Jurídico Militar y del Cuerpo Militar de Sanidad (médico y psicólogo). La unidad de protección se relacionará directamente con el Observatorio Militar para la Igualdad, que será el órgano responsable de coordinar la información sobre atención y de asesorar en todo lo referido a conductas de acoso sexual. Además de este reglamento, el nuevo régimen disciplinario de las Fuerzas Armadas incorpora el acoso sexual como falta muy grave, mientras que el nuevo Código Penal Militar lo tipificó como delito por primera vez.
Denuncias
El protocolo elaborado por Defensa introduce además una importante novedad: la víctima podrá denunciar a su superior, en caso de que éste sea el presunto infractor, sin necesidad de informarle, a diferencia de lo que ocurría hasta ahora por el respeto a la jerarquía. La víctima, además, tendrá derecho a solicitar cambio de puesto en la unidad o cambio de destino en la misma o distinta localidad. Al presunto acosador se le podrá cambiar de puesto en la unidad por decisión del jefe de ésta, destinar en comisión de servicio a otra unidad o pasar a la situación administrativa de suspenso de funciones. Sobre las medidas cautelares para el presunto infractor, el protocolo contempla el arresto cautelar por un periodo máximo de 48 horas, el cese en sus funciones por un máximo de dos días –ambas posibilidades impuestas por el jefe de unidad– y el pase a la situación administrativa de suspenso de funciones por seis meses.
Junto a todas estas medidas, la reciente reforma de la Ley de la Carrera Militar prevé también consecuencias sobre el ascenso a raíz de una denuncia. Así, será obligatorio informar, tanto a los órganos de evaluación como a las autoridades responsables de aprobar la ordenación definitiva para el ascenso, del personal evaluado que se encuentre dentro en un procedimiento disciplinario por falta muy grave de acoso para que se tenga en cuenta dicha circunstancia. En los casos de sentencia firme por acoso, la repercusión en el ascenso o ascensos del condenado que hubiera podido tener desde que ocurrieron los hechos serán las señaladas en el Código Penal Militar.
