Los trabajadores transfronterizos volvieron a concentrarse ayer ante las puertas de la Delegación del Gobierno. Por tercera semana consecutiva, este colectivo se manifestó para pedir el fin de “los abusos” a los que denuncian que están sometidos. Por un lado, criticaron que tengan que renovar el permiso de trabajo cada año y no cada lustro, como antes estaba establecido. Por otro, lamentaron que cada vez se le exija más documentación para actualizar la autorización, así como el coste que implica, al margen de las tasas que ya pagan de por sí. Según anunciaron, seguirán concentrándose hasta que encuentren una solución. Por tercera semana consecutiva, el colectivo de trabajadores transfronterizos se volvió a concentrar ayer frente a las puertas de la Delegación del Gobierno. Cerca de medio centenar de personas exigió, una vez más, una mayor agilidad en la renovación de los permisos de trabajo, así como la búsqueda de fórmulas para abaratar el sistema de tasas. Según denunció el secretario general de UGT-FICA, Abdeselam Mohamed, “resulta muy costoso el acceso para estos trabajadores”.
Por un lado, el representante sindical criticó que se haya reducido a un año el plazo de autorización para trabajar a este colectivo que, según estimó, suma más de 4.000 personas en Melilla. Explicó que, anteriormente, contaban con un periodo de cinco años antes de tener que renovarlo. “Exigimos que nos den una explicación, pero ya”, añadió. Asimismo, lamentó que se exija “un puñado de documentos” a estos empleados, lo cual dificulta aún más la obtención de la autorización para poder dedicarse a su trabajo.
“Esta gente no pide trabajo, sino licencia para poder cumplir la cotización que le queda”, expuso uno de trabajadores que participó en la manifestación. En esta línea, reivindicaron que los empleados “no se pueden quedar tirados después de 20 o 30 años trabajando” por el hecho de que no tengan actualizado el permiso.
Por estos motivos, los transfronterizos anunciaron que seguirán movilizándose hasta que se proponga alguna solución. “Vamos a seguir concentrándonos”, dijo Mohamed, señalando que iban “a redactar un escrito a la Delegación diciendo lo que hay”, además de “pedir una reunión con el delegado”. “También pensamos hacer una concentración frente a la puerta de la Oficina de Extranjería”, añadió.
Las tasas
Otra de sus revindicaciones tiene que ver con las tasas que pagan. “Al mes no se gana más de 600 euros”, explicó el secretario general. Por ello, insistió en que los impuestos que tienen que pagar desde hace años suponen “un abuso” para este colectivo de trabajadores.
Asimismo, añadió que también tienen que hacer frente a los pagos de la documentación que se le requiere para la renovación de la autorización. En esta línea, explicó que, además, “ahora, si empiezas a trabajar con otro empresario, tienes que sacar otro nuevo permiso”, con todo el proceso y el coste que esto implica.
Apoyo desde Madrid
Según avanzó el representante sindical, Abdeselam Mohamed, el secretario general de la Confederación de UGT y compañeros de la FICA se van a trasladar desde Madrid a la ciudad autónoma para conocer de primera mano las dificultades que denuncian los trabajadores transfronterizos.
