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La pediatra de Naira dice que la niña llegó “normal” por la mañana al centro de salud

La declaración de la pediatra tuvo lugar el 18 de abril, en el Juzgado de Instrucción nº4

La Doctora Rojas, una de las cuatro pediatras del Centro de Salud de Cabrerizas, atendió a la pequeña Naira en la mañana del día 23 de enero después de haber pasado una mala noche con mucha fiebre por una bronquitis aguda. La niña murió apenas 16 horas después, ya en la madrugada del día 24, en el Servicio de Urgencias del Hospital Comarcal, tras haber sido dada de alta allí mismo dos horas antes. La pediatra de Primaria declaró ante el juez hace unos días que la niña llegó a su consulta “normal” y sin dificultades para respirar, aunque le diagnosticó bronquitis aguda por los pitos que escuchó al auscultarle el pecho. Al ser preguntada sobre si le había sorprendido que no dejaran a Naira ingresada en Urgencias, la pediatra dijo no saber en qué estado había llegado la niña al Hospital, pero admitió que sí le había causado extrañeza “a posteriori”. La pediatra de Atención Primaria acudió a declarar como testigo al Juzgado de Instrucción número 4 en la mañana del 18 de abril. A preguntas del juez, la doctora señaló que había atendido a Naira “en determinadas ocasiones”, aunque era una paciente que no solía acudir al centro de salud. “No era la típica paciente muy frecuentadora, no la conocía demasiado”, señaló la pediatra, que dijo que la última visita que había hecho Naira al ambulatorio de Cabrerizas, antes de la del 23 de enero, había sido en abril de 2016, es decir, nueve meses antes.

En la declaración de la doctora, a la que ha tenido acceso MELILLA HOY, quedó claro que Naira había tenido patologías respiratorias anteriores. En concreto, una bronquiolitis al mes de nacer, y una bronquitis al cabo del año. El 23 de enero, a las 9.30 horas, la Dra. Rojas diagnosticó a Naira una bronquitis aguda tras auscultarle el pecho con un fonendoscopio y escuchar una serie de pitidos. Sin embargo, dejó claro que la niña estaba “normal” y que no la vio “muy mal”. “No respiraba con dificultad, estaba normal”, dijo rotunda la pediatra, que también le había detectado “algo de mocos” en las vías respiratorias altas.

Tras su diagnóstico, le prescribió un aerosol que le puso en ese mismo momento. Dijo que su preferencia hubiera sido que la niña siguiera con medicación inhalada porque es un tratamiento “más efectivo y rápido que por vía oral”, pero la madre de Naira le dijo que no quería que la niña saliera de casa por la noche, y por ello le prescribió un antibiótico y un broncodilatador vía oral. También le dijo a la madre que según como fuese su evolución, que volviera a revisión y si no mejoraba, que fuera al hospital.

Esto, dijo, es algo que dice a veces a los pacientes porque “puede ocurrir” que un paciente no mejore con el tratamiento. “Por eso muchas veces prefiero mandar lo inhalado”, que se administra en el centro médico, porque con los otros tratamientos, “una cosa es lo que se le explica al padre y luego…”.

La pediatra aclaró a la fiscal que la bronquitis de Naira no era crónica “en principio” porque la niña no iba continuamente al centro de salud. “No venía todos los meses ni en los cambios de estación, sino que la bronquitis aguda era un cuadro respiratorio en ese momento”, explicó. También señaló que la bronquiolitis es tan frecuente en los bebés, que “casi todos la han tenido”.

Asimismo, indicó que en el momento de la consulta, no habló con la madre de cómo había estado la niña en los días previos o si le había dado algún medicamento, puesto que en todo momento se refirió a cómo había pasado Naira la noche antes, en la que había tenido mucha tos y fiebre alta. Tampoco hablaron de comidas, aunque la pediatra dijo que el antibiótico que le había prescrito es mejor si se toma con el estómago lleno, mientras que el broncodilatador “da igual cómo se tome, comiendo o sin comer”.

Parada cardiorrespiratoria
La familia de Naira asegura que antes de llevar a Naira al Hospital Comarcal, la niña sufrió en casa una parada cardiorrespiratoria porque los labios se le pusieron azules, los ojos vueltos hacia atrás y no respiraba. Preguntada sobre si esa parada podría estar relacionada con la bronquitis aguda que tenía la pequeña, respondió que sí podría haberla, aunque también podría haber sido por un broncoespasmo.

El abogado de la familia de Naira, Mohamed Bussian, centró sus preguntas en la patología, aunque sus cuestiones provocaron las quejas, por duplicado, de la defensa, que consideró que la doctora estaba como testigo y no como perito. El juez les dio la razón y pidió que las preguntas abordaran el momento en el que la doctora atendió a la menor, ya que las preguntas periciales se podrían hacer después al médico forense.

Bussian quiso saber entonces cuándo la pediatra del Centro de Salud de Cabrerizas tuvo constancia de la muerte de Naira, algo que ocurrió varios días después por un familiar. La madre de la niña, acompañada de otras personas, regresó al ambulatorio un mes después, momento en el que se entrevistó con ella. El abogado quiso ahondar en ese momento: “¿Le sorprendió que no mantuvieran a Naira ingresada en Urgencias?”, preguntó Bussian. A lo que la doctora respondió tras un breve silencio: “Yo, sinceramente, no sé en qué estado llegó la niña a Urgencias. Hombre, a posteriori, pues sí…”.

El juez interrumpió entonces para decirle a la doctora que no tenía por qué contestar, puesto que no estaba ahí en calidad de perito, sino como testigo, algo a que Bussian rebatió señalando que iba como perito y testigo.

Normalidad
Los abogados de la defensa fueron muy escuetos, centrando sus preguntas en el estado en el que Naira llegó al centro de salud, que era “aparentemente bueno” y sin una “mala respiración”, según la pediatra.

Redacción

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La pediatra de Naira dice que la niña llegó “normal” por la mañana al centro de salud

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