La Encuesta de Población Activa (EPA) que ayer se dio a conocer es, probablemente, la mejor carta de presentación para el PP en las elecciones generales que se celebrarán en menos de dos meses en nuestro país. La estadística elaborada por el INE sigue mostrando unos datos del paro más elevados de los que todos desearíamos, pero también evidencia que la economía española tiene otro color muy distinto al de finales de 2011, cuando Zapatero y su Gobierno salieron prácticamente huyendo de Moncloa, con un barco, España, a punto de naufragar La Encuesta de Población Activa (EPA) que ayer se dio a conocer es, probablemente, la mejor carta de presentación para el PP en las elecciones generales que se celebrarán en menos de dos meses en nuestro país. La estadística elaborada por el INE sigue mostrando unos datos del paro más elevados de los que todos desearíamos, pero también evidencia que la economía española tiene otro color muy distinto al de finales de 2011, cuando Zapatero y su Gobierno salieron prácticamente huyendo de Moncloa, con un barco, España, a punto de naufragar. Basta recordar cómo los españoles nos desayunábamos a diario con una noticia económica peor que la del día anterior, con la prima de riesgo disparada y la posibilidad de tener que ser rescatados cada vez más cerca.
La realidad hoy es muy diferente, porque las cifras del paro van mejorando, aunque sea lentamente, y se está recuperando poco a poco el consumo en establecimientos comerciales, bares y restaurantes, frente al miedo a gastar que había hace solamente 4 años por lo que pudiera pasar y por las estrecheces económicas que estaban sufriendo cada vez más familias. Incluso aquellos con unos ingresos garantizados por ser funcionarios o pensionistas, ya que estos colectivos también sufrieron severos recortes por parte de un Gobierno teóricamente progresista y "obrero" como el del PSOE.
Por eso suenan un poco a chiste las críticas socialistas hacia la situación económica que hemos escuchado a lo largo de la legislatura, con mayor intensidad si cabe en esta antesala electoral. No queda otra que pensar que el PSOE no tiene memoria, o cree que los españoles carecemos de ella. O quizá, sencillamente, piensa que no sabemos interpretar las estadísticas, disponibles al alcance de cualquiera en la página web del SEPE.
El histórico de las cifras del paro refleja cómo en mayo de 2005, cuando empezó a utilizarse el método actual con el que se contabiliza el número de parados, el desempleo en España afectaba a 2.007.393 personas. Entonces gobernaba el PSOE, partido que cuando se fue de La Moncloa dejó 4.422.359 parados. Esa cifra corresponde a diciembre de 2011. Es decir, que el saldo que dejó Zapatero con su gestión fue un aumento de 2.414.966 desempleados, un 120,3 por ciento más.
El grueso de esa subida se dio en la segunda legislatura de Zapatero, entre marzo de 2008 y diciembre de 2011, cuando el paro pasó de 2.300.975 a 4.422.359 personas. Conclusión: el aumento en esos últimos tres años y medio del PSOE en el Gobierno, agónicos para España, el paro aumentó en 2.121.384 desempleados, es decir, un 92,2 por ciento más. Por el contrario, con el Gobierno en manos del PP, desde diciembre de 2011 hasta septiembre de 2015, el paro ha descendido en 328.317 personas, un 7,42 por ciento menos.
A la vista de todos está que la diferencia entre lo que hizo el PSOE en su última legislatura y lo que ha hecho el PP en ésta es muy notable. También en Melilla, donde en mayo de 2005 había 6.950 parados, en marzo de 2008, 8.395; en diciembre de 2011, 10.357; y en septiembre de 2015, 12.734. Esto es, que el aumento del PSOE fue del 49 por ciento, y el del PP un 22,95 por ciento. Los datos, nuevamente, son muy elocuentes y deberían servir para que los ciudadanos reflexionen de aquí a las elecciones del 20 de diciembre, habida cuenta que el paro es el problema que más preocupa tanto a los españoles en general como a los melillenses en particular, tal y como apunta el CIS.
